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Deberíamos preocuparnos?

Hace más un menos un mes atrás AB-InBev hizo oficial la venta de Staropramen y otras cereceras repartidas por Europa del Este. Tal como mencioné acá, el comprador es CVC Partners, un fondo de inversión de origen belga. Según lo reportado, la operación se hará efectiva en enero próximo y el nuevo grupo se llamará StarBev.

Ninguna sorpresa, nada nuevo. Sin embargo, leyendo algo más que los titulares nos encontramos con dos datos que por sí solos no dicen demasiado, pero que si los unimos y los condimentamos con una pizca de paranoia pueden dar motivo para preocuparse.

Primer dato: El contrato de compra-venta contiene una cláusula que estipula que en caso de CVC querer vender alguna de estas cervecerías en el futuro, AB-InBev tendrá prioridad para hacer la primera oferta. Nada de que preocuparse, no? Después de todo, el motivo por el cual el gigante cervecero vende estas cervecerías no es porque eran necesariamente mal negocio, sino porque necesitaba efectivo para cubrir las deudas generadas de la compra de Anheuser-Busch. Es lógico entonces que quiera guardarse la posibilidad de poder readquirirlas si las circunstancias así lo permiten.

Segundo dato: Tarde o temprano el gobierno checo va a privatizar Budvar. Podemos protestar todo lo que querramos, el grupo de Facebook "Keep Budvar Czech" podrá tener cientos de miles de miembros (no los tiene, ni ahí), nada detendrá lo inevitable, así que mejor aceptemos la realidad y roguemos por lo mejor. En uno de los reportes sobre la venta de Staropramen se cita a uno de los directivos de CVC diciendo que su empresa tiene mucho interés en comprar la cervecera estatal.

Ven a dónde voy?

Uno de los motivos por el cual Budvar todavía no ha sido privatizada son los conflictos judiciales que mantiene con AB por la marca registrada. Hasta que no se resuelvan para un lado o para el otro, nadie va a querer pagar el precio que el estado checo pretende por la empresa. Pero qué si aparece un comprador que no tiene problema en asumir el riesgo?

Si mal no me acuerdo, en 1993 Budvar estuvo a punto de ser vendida a Anheuser-Busch, los borradores de los contratos ya estaban redactados. Lo único que detuvo la operación fue que sus detalles se filtraron al público. Pero legalmente CVC no tiene nada que ver con AB-InBev, así que políticamente es un comprador seguro.

Así que imagínense que CVC compra Budvar y la incorpora a StarBev. Luego de unos años decide vender todo el paquete, es un fondo de inversión, éso es lo que hacen, el primero en la fila para comprarlo va a ser AB-InBev. Déjenme recordarles que una de las promesas que Carlos Brito le hizo a los accionistas de AB fue que reforzaría la marca Budweiser (la usurpadora, claro) en Europa. Algo difícil en vista de la más reciente resolución del Tribunal de Primera Instacia de la UE. Claro que ésto dejaría de ser un problema si ambas marcas tuviesen el mismo dueño.

No estoy sugiriendo que ésto se trata de un elaborado plan de AB-InBev para hacerse con Budvar (bueno, no del todo). Debe haber maneras más baratas y seguras de lograrlo. Pero da bastante que pensar.

Bueno, me bajo un poco del tren de la especulación y voy a lo más concreto. Zbyněk Kovář, el gerente general de Staropramen dijo sobre el futuro de la empresa: "Para los consumidores [...] el cambio de dueños no cambiará nada." Esperemos que se trate de diplomacia, sino estamos frente a una oportunidad perdida.

Na Zdraví!

PS: Para aquellos que esperaban que todo ésto signifique la desaparición de Stella Artois del mercado, no festejen. Staropramen la va a seguir elaborando bajo licencia.

Comentarios

  1. Lastimosamente, la visión de estos negocios muchas veces va en contravía de la calidad y la satisfacción de los clientes.

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