Artesanáfilos y microelaboradores, alimentando sus mutuas retóricas, disfrutan de tirarle mierda a las macrocerveceras. Las acusan de ser megacorporaciones que solo se interesan en el beneficio de sus accionistas, y que por medio del shampoo cerebral de su marketing venden sus cervezas de mierda, llenas de adjuntos y químicos, mientras se defecan en la cultura cervecera. Es algo que casi todos hemos dicho en algún momento u otro y no sin cierta razón. Algunas de las prácticas empresariales de las macros dejan bastante que desear desde el punto de vista ético y deben ser denunciadas por ello. ¿Pero qué tan ético es vender a sabiendas o no un producto evidentemente fallado? Y por otro lado, ¿no son las micro cervecerías también empresas comerciales cuyo objetivo es generar beneficios para sus dueños? ¿Y no es ese el motivo por el cual algunas de ellas venden sus cervezas a pesar de que están contaminadas? Lo de la calidad, los adjuntos , etc. son cosas que ya se han discutido bastan...
Una exploración de la más divina de las bebidas