Ésta es una nota que hace rato tendría que haber escrito. La razón por la cual no lo hice antes que es que cuando fui a visitar Louis Armstrong no tenía mi cámara encima, así que me prometí volver en algún momento para sacar unas fotos del lugar. Nunca lo hice. ¿Por qué? Se estarán preguntando. Esa visita fue desastrosa. Decidí ir a Armstrong porque debe ser uno de los únicos, sino el único, lugar donde sirven Litovel, cervezas con la cual no estaba demasiado familiarizado. Tiene dos sucursales, ambas en Vinohrady, ambas en calles tranquilas. Por una cuestión de conveniencia fui a la sucursal de Italská y Manesova, muy cerca de Riegrový Sady. Me gustó mucho la decoración del lugar. Puede que para algunos sea un poco kitch, pero el tema jazz me resultó simpático. Al cruzar la puerta me tomé unos segundos para admirar el lugar, encontré una mesa para dos en un rincón y hacia allí tenía la intención de dirigirme cuando uno de los camareros, en pose, gesto y tono al mejor estilo seguridad
Una exploración de la más divina de las bebidas