Cuanto más leo la entrada del otro día de Birraire ”Las Mismas Reglas para Todos” más discrepancias encuentro. El problema no es tanto el mensaje que quiere transmitir, sino el forzado—y para mi falaz—paralelo entre productores y blogueros que usa para ello (nota: por blogueros me refiero a los autores de blogs de “consumidores” y no de “empresarios”, no porque tenga algo en contra con estos últimos, sino porque... bueno, ya verán). Lo que le molesta a Birraire es que las “malas prácticas” de algunos blogueros han hecho que todos terminemos en la misma bolsa. Como si eso fuese un problema más serio que un pellizco al ego. Uno, dos, diez, cien, mil lectores más o menos de un día para el otro no hacen ninguna diferencia de peso, ninguno vive de esto, es un hobby que algunos nos hemos tomado demasiado en serio; además creo que los que son capaces de producir contenido interesante, tarde o temprano van a recibir la atención y el reconocimiento que se merecen. En contraste, para los
Una exploración de la más divina de las bebidas