“Pasión”, “seguir un sueño” son palabras que a menudo se oyen asociadas con nuevos emprendimientos cerveceros, mientras que la palabra “ambición” casi nunca es mencionada. Me pregunto por qué. Será quizás que a no pocos cerveceros “artesanales” les gustaría hacernos creer que no son “comerciales”, que no hacen cerveza por dinero sino por sabor, y otras boludeces por el estilo; como si querer enriquecerse trabajando fuese algo condenable. Para mí, en cierto modo, la ambición es más importante que la pasión. Es más probable que una persona ambiciosa sepa lo que está haciendo y en qué se está metiendo, que tenga un plan y sepa lo que es necesario hacer para llevarlo a cabo. En el ecosistema cervecero local, al menos en lo que respecta a Praga y su periferia, esto significa hacer cerveza de buena calidad, tener una buena marca y saber cómo venderla, y creo que Zemský Akciový Pivovar cumple bastante bien con esos criterios. Me encontré por primera vez con Zemské Pivo en uno de los 48
Una exploración de la más divina de las bebidas