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Mostrando las entradas de enero, 2012

Lectura obligada

Ya lo he dicho muchas veces, y lo diré muchas veces más, lo mejor que me ha dado la cerveza es la posibilidad de conocer un montón de gente fabulosa. Gente de todos los campos de la vida y de muchos países, gente que muy probablemente jamás habría conocido de no ser por nuestro interés común en la cerveza. Algunos de ellos hoy son amigos en el sentido no bastardeado por Facebook de la palabra. Una de esas personas es  Evan Rail , autor de  The Good Beer Guide: Prague and the Czech Republic y de innumerables artículos de turismo gastronomía y cerveza publicados en medios como The New York Times. Evan acaba de publicar un nuevo trabajo titulado  Why Beer Matters , un ensayo de 20 páginas que debería ser de lectura obligada para cualquiera al menos casualmente interesado en la cerveza. El ensayo esta solo disponible en formato Kindle y agradezco enormemente a Evan haberme enviado una versión en .pdf y les digo que a pesar que no me gusta leer textos tan extensos sentado frente a la

!Herejía!

Me gustan mucho los boliches subterráneos, cuanto más profundos, mejor. Ir a tomar cerveza a un sótano es algo casi clandestino en donde se tiene la agradable sensación de estar escapando u ocultándose de algo o alguien, refugiándose en el solaz de otras almas similares. En un sótano, el tiempo y las estaciones pierden mucho de su significado. No importa la hora del día ni la época del año, el sótano tiene esa continuidad estática, casi impermeable al calendario y los relojes (y hasta hace poco, a las señales de los teléfonos móviles, ese azote moderno). No se va a un sótano a tomar una birrita al paso, bajar varios metros a las entrañas de la Madre Tierra implica un compromiso con nostros mismos. Si hablamos de un lugar nuevo, al que nunca hemos ido antes, a todo esto hay que sumarle la incertidumbre. Un sótano no tiene fachada o ventanas, no tiene nada que nos pueda dar al menos una idea de lo que nos espera. Solo una puerta, imperturbable pedazo de madera que no revela lo que se o

Un poco de marketing

El marketing es algo que me resulta tremendamente interesante. Es mucho más democrático de lo que muchos creen. Hay campañas que fracasan estrepitosamente a pesar de haber sido planeadas en detalle y haber contado con enormes presupuestos y otras que son un éxito rotundo a pesar de todo lo contrario. Como en todo, la suerte puede jugar un cierto papel, pero para mí, la clave del éxito está en qué tan bien se entiende al consumidor target y el mercado en general. Las grandes empresas necesitan de consultoras y/o departamentos especializados que realicen investigaciones de mercado y planeen campañas porque, debido a sus propias estructuras, por un lado están muy desconectadas de la gente y por otro, están muchas veces obligadas a cautivar el espectro más amplio posible. Las empresas pequeñas tienen, a priori, la ventaja de estar en un contacto más directo con el consumidor lo cual les permite escuchar mejor sus inquietudes. Sin embargo, al final del día, todo depende de qué tan bien un

Un par de pensamientos de lunes

Thirsty Pilgrim se preguntaba el otro día si los llamados "tickers" no son a la cerveza lo que Robert Parker es al vino, lo cual está relacionado a las boludeces que, según Stephen Beaumont, cometen algunos "raters" . Esto me hizo acordar a lo que me pregunté hace poco , si el aparente éxito de las cervezas extremas o extravagantes era un poco resultado de estos tiempos de atenciones efímeras, etc. Lo que lei en algunos de los comentarios que le siguieron a la entrada del Sr. B, junto con todo lo otro, me generó otra pregunta, si estas cervezas no son tampoco un "producto" de, y para, ciertos festivales en donde solo se sirven medidas relativamente pequeñas. En este contexto, una cerveza "normal" tiene una gran desventaja ya que suele necesitar bastante más que 0.1 o 0.15l para poder expresarse correctamente. Las que "ganan", entonces, son las cervezas que son capaces de generar un impacto instantáneo (a esto hay que sumarle también

Locales, viejo, actual, más viejo

Velký Al está llevando una serie de blogs invitados titulada "My Local" (no sé si la traducción de "local" en inglés a "local" en español es la más adecuada, pero me gusta como suena), en donde autores de ambos lados del atlántico hablan, básicamente, de sus pubs favoritos. En su contribución Ron Pattinson , entre otras cosas, define a un "local" como un lugar en donde "no importa qué tanto ha pasado desde tu última visita, uno sigue la cosa tal y como la dejó, incluso si ha pasado un año". Palabras que podrían describir muy bien lo que sucedió durante mi última visita a  Pivovarský Klub . Hubo una época en que PK fue mi local. Iba casi todas las semanas, conocía a varios de los štamgasty y había establecido una relación bastante amistosa con parte del personal y hasta con un par de los dueños. Esto fue hasta que descubrí a Zlý Časy , que se convirtió en mi local casi desde mi primera visita. No fue porque el templo cervecero de Ka

Una anécdota con moraleja

Catfish Sumeček es una de mis cervezas favoritas de  Pivovar Kocour . Es una de esas birras casi perfectas, sesionable, pero que a la vez se puede tomar despacio mientras se lee un libro y escucha buena música, interesante, pero que también se puede tomar con el único objetivo de calmar la sed. El otro día me pintó que sería lindo poder tomarla en casa el fin de semana. Mientras estaba haciendo la compra en  Pivkupectví estaba de gran charla, agarré una botella de la heladera correspondiente, pagué por ella, sin interrumpir demasiado la charla, la metí en mi mochile y apenas llegué a casa la puse en la heladera. Su momento llegó en la cena del domingo. Abrí la botella y sentí un aroma extraño emanando de ella. Nada que se pueda identificar como una contaminación o infección, simplemente algo que no tenía nada que hacer ahí. Cuando la serví noté que la cerveza era un toque más oscura y amarronada de lo que la recordaba y que ese aroma foráneo se había intensificado. Había algo que e

Ninguna sorpresa

Ayer, el diario Hospodářské noviny en su portada anunciaba que  "Američané koupili známky Budweiser Bier" (Los yankis compraron la marca Budweiser Bier), una noticia que a mí no me sorprendió en lo más mínimo, es más, sabía que tarde o temprano algo así pasaría. Pero antes de explicar por qué les voy a dar algunos detalles más de la noticia. Lo que Anheuser-Busch compró fue la empresa Budějovický měšťanský pivovar . Ni siquiera compraron una fábrica de cerveza, solamente unos papeles y un terreno simbólico. Antes de la venta los propietarios de la cervecería habían dividido la empresas en dos, una de ellas es hoy  Pivovar Samson a.s. , que se quedó con prácticamente todo, instalaciones, empleados, etc., mientras que a BMT le quedaron la marca registrada Budweiser Bier y un par de terrenitos. El principal motivo por el cual la noticia no me sorprendió en lo más mínimo fue algo que leí hace un par de años. No puedo acordarme exactamente cuándo, creo que fue durante la épo

Lecturas seleccionadas: Diciembre

Iba a escribir esto antes de fin de año, pero no me pintó el orto, iba a escribir esto la semana pasada, pero tuve mucho laburo, mejor tarde, pero seguro. Zak Avery y Boak and Bailey tratan el tema del esnobismo cervecero desde distintos puntos de vista (léanlos en el orden en que los enlacé). Adrian Tierney-Jones nos regala una pieza de hermosa poesía cervecera , del tipo que me gustaría ser capaz de escribir (y también le hizo una muy halagadora reseña a mi libro ). Mark, en Pencil & Spoon, comparte una curiosa pieza "histórica" sobre el origen de Porter, y en especial de su color . Imagínense el quilombo que se armaría en Twitter y Facebook si hoy alguien escribiese una cosa por el estilo... Siguiendo en la historia, pero ya más serios y basados en los hechos, Evan Rail hace una serie de correcciones a lo publicado por el ya célebre libro "The Oxford Companion to Beer" . Me encontré hace poco con Evan a tomar unas birras y me dijo que estaba prepara

¿Signo de los tiempos?

Weizenbock es una de mis variedades de cerveza favoritas, en especial en esta época del año. Es simplemente perfecta para tomar en una tarde gris y fría. Una buena Weizebock es reconfortante como sentarse en un sillón al lado del fuego. Der Weisse Bock de Leidmann Private Landbrauerei , además de ser un gran exponente de lo que digo arriba, sirve de un excelente ejemplo de lo que dije hace unos días en esta entrada : no, no lo de "Trapista/De Abadía" no es un estilo, eso está bien claro, no necesita ejemplos, sino esto  "...si realmente se quiere entender a una cerveza, hay que tomarla (...) no "degustarla" o "catarla" (...), me refiero a sentarse a tomar una porción entera de esa cerveza." Si laguien me hubiese preguntado qué me parecía Der Weisse Bock cuando estaba tomando la primera parte del vaso, lo más probable es que habría dicho que era aburrida. No había nada de malo en ella, todo estaba en su lugar, pero parecía una de esas cerveza