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Mostrando las entradas de agosto, 2012

Catados pensamientos

Últimamente parece haber una epidemia de catas y degustaciones de cervezas. Creo que no pasa un día sin que lea sobre alguna que se está por llevar a cabo y me han hecho preguntarme si estas catas realmente aportan algo a la Cultura Cervecera, y cuanto más lo pienso, más me parece que no. No estoy hablando acá de las catas que son en realidad la presentación de un elaborador; esas me parecen copadas porque suelen dar la oportunidad de conocer a la gente detrás del producto, lo cual siempre me resulta interesante. Tampoco estoy hablando de las cenas maridaje, ya que las considero un juego culinario en donde la cerveza puede ser tranquilamente reemplazada con cualquier otra bebida y el resultado va a ser escencialmente el mismo, una nueva experiencia sensorial para los participantes. Me refiero a las catas guiadas. Ya he hablado de mamarrachos como este o este , gente que organiza catas o cursos de cata y apreciación con el único objetivo de separar a los incautos de su dinero apro

El Radlergate

Luego de aquella cata de Radler en Czech Radio (de la cual hablé un poco acá ), se me ocurrió hacer algo parecido con los radlers de las cerveceras más pequeñas y ver cómo se comparaban con los de las macros. Decidí que no valía la pena. No tenía sentido gastar tiempo y dinero en algo que seguramente no disfrutaría, habiendo tantas cervezas en serio que me encantan. (Si están curiosos,  První Pivní Extraliga hizo en junio una cata, con interesantes resultados ). Más allá de que estos productos me gusten o no, la realidad es que son bastante populares y puedo entender por qué: son refrescantes, fáciles de tomar, dulces y tienen algo de alcohol. A los ojos de muchos, son una mejor alternativa a las gaseosas o la cerveza sin alcohol. No es de extrañarse que los elaboradores, en especial los más grandes, están encantados con ellos. Como sucede con todo lo que se vuelve muy popular, tarde o temprano pasa que algunas personas lo empiezan a ver con un ojo más crítico y los radlers no s

17/08/2012 El día que entendí Saison

Es la tardecita (o lo que los checos genialmente llaman  podvečer ) de un día algo caluroso. Estoy sentado en mi terraza, disfrutando de la sombra, la brisa y de estar solo en casa. Estoy escuchando un mix de  Dr. John , Sly & The Family Stone y Paul Butterfield Blues Band . Todo está sonando a un volumen que estaría prohibido si mi familia estuviese en casa. Pocas cosas son más catárticas que pasar música a todo taco, sabiendo que no vas a molestar a nadie. Un par de días antes compré una botella de  Saison Dupont porque sí. Nunca he sido un fan de las Saisons y no he sido capaz de entender el por qué hay tantos frikis cerveceros que lo son. No es que me disgustan, sino que si me dan a elegir, prefiero tomar otra cosa. Siempre tuve la impresión de que este estilo (¿o familia?) no era más que una cerveza de sesión común y corriente llevando un traje que no le queda bien. Un albañil que se coló en una fiesta cheta y espera que nadie se de cuenta. Pero acá estoy, con los pies

Fin de semana épico en Varnsdorf

He pasado a formar parte del grupo de blogueros/autores cerveceros conformado por, entre otros,  Ron Pattinson , Martyn Cornell y Velký Al . He tomado parte activa en la creación de una cerveza nueva. Todo empezó en febrero de este año, cuando Gazza Prescott, de  Steel City Brewing Co. , estuvo de visita por estos pagos. Nos encontramos en  Zlý Časy y estábamos hablando del impacto de la crisis en el financiamiento del teatro independiente, o alguna cosa por el estilo, ya no me acuerdo bien, cuando de golpe, y sin que nos diésemos cuenta, la charla empezó a girar en torno a la cerveza. Entre las muchas cosas que hablamos, estuvo  The Grim North , el restulado de una colaboración entre la micro catalana  Marina y Steel City, que fue bastante bien recibida. Le pregunté a Gazza si le gustaría hacer algo parecido acá. Le tomó un par de milisegundos para contestar que sí. Le pregunté entonces a Hanz si no quería participar también. Contestó todavía más rápido. Empezamos a hablar sob

Escándalo Innecesario

La comunidad birrera española se puso en armas el otro día al anunciarse que no una, sino dos catas de cervezas habían sido prohibidas por DAMM , la macro catalana. Una de ellas había sido organizada un bar , la otra, por una tienda especializada en cervezas belgas , y ambas se debían llevar a cabo en el marco de un evento llamado la Festa Major de Gràcia , del cual la cervecera es patrocinador. La tormenta de ira e insultos que estó desató hacia DAMM no puede sorprender a nadie; sin embargo, lo que esta empresa hizo fue hacer valer la letra de un contrato de patrocinio (lo cual tampoco debería sorprender a nadie). Este contrato fue firmado de con los organizadores del evento, quienes recibieron algún dinero a cambio de darle a DAMM la exclusividad para vender cervezas durante los festejos. Algunos puede que no les guste, pero la exclusividad a cambio de patrocinio es algo que se viene haciendo desde siempre y en términos generales (y más allá de algunos abusos olímpicos), yo no veo

Un par de pensamientos desconectados

Iba a escribir sobre otro tema hoy, algo que seguramente les hubiese encantado. Van a tener que esperar, lo que vi y experimenté en un corto recorrido cervecero el otro día me puso a pensar sobre un par de cosas. Todo empezó en  Valašská pivnice , un boliche relativamente nuevo en Hradčany. Había visto buenos comentarios sobre él y tenía curiosidad por las cervezas que sirven, BON , una fábrica que por algún motivo creí que había desaparecido. El lugar es bastante lindo. Está en un sótano abovedado, bien decorado (me encantaron los muebles), muy acogedor. Encontré una mesa libre y esperé a ser atendido, y esperé y esperé. La camarera paso por mi mesa varias veces y justo cuando me estaba empezando a irritar y listo para irme a la mierda, ella me vio y vino hecha una bola de disculpas. Cuando me trajo la cerveza, todavía se estaba disculpando. Acepté todas sus disculpas con una sonrisa, la piba estaba bastante ocupada corriendo de acá para allá para atender a los turistas rusos. De a

El Factor "Dónde"

Sin tener en cuenta el precio, estoy seguro de que si les diese a elegir entre las cervezas de Velkopopovický Kozel y las de  Pivovar Strahov (alias, Svatý Norbert) la gran mayoría de ustedes (sino todos) elegirían las de Strahov sin pensarlo media vez; es que son muy, muy buenas. Sin embargo, a menudo pasa con la cerveza que no es tanto lo que se toma, sino dónde se lo toma y, volviendo a Kozel y Sv. Norbert, si tiramos el factor "dónde" la elección ya no es tan fácil, o sí. Les cuento. El otro día a la tarde tenía un plan: ir a tomar de birras rápidas a  U Černého Vola , al cual no visitaba desde aquella vez que su existencia estuvo en riesgo . De ahí ir a Pivovar Strahov , para probar la Weizen veraniega y tomar su sobresaliente IPA; y terminar la sesión en un nuevo lugar que abrió cerca de Hradčanská antes de tomarme el bondi a casa. Fracasé, no hice tiempo para la última parada y la culpa fue de U Černého Vola. Entré y saludé al výčepní. De golpe oigo una especi

Pensamientos de viernes por la mañana

A algunos quizás les costará creerlo, pero yo no soy de esos que van predicando el evangelio de la buena cerveza a todo aquel que no quiera oirlo ( a menos que esté mamado ). En realidad, si no estoy entre gente interesada en cerveza, prefiero guardar mis opiniones; he aprendido a beber y dejar beber. Cuando estoy de invitado, soy capaz de desconectar ciertas partes de mi cerebro y tomar lo que haya, sin chistar, intentando disfrutar del momento y la copañía, con la cerveza como un condimento para hacerlos más amenos. Sin embargo, sucede muy a menudo que alguien me presenta como el tipo que "sabe cerveza", a lo cual casi invariablemente le sigue la pregunta de cuál es mi cerveza favorita, o algún otro gatillo conversasional parecido. Lo que no me termina de sorprender en estas situaciones es encontrarme con gente que tiene muchas ganas de hablar de cerveza, lo mucho que se entusiasman al poder compartir sus experiencias con nuevas marcas y/o lugares. Nombres como Svijany ,

Aguante Zlý Časy

No se puede creer lo que ha crecido Zlý Časy en los cuatro años que lo conozco . De ser un bolichón de barrio pasó a convertirse en el mejor lugar en Praga para ir a tomar cerveza, según la encuesta de un diario local , está entre los Top 50 en RateBeer y es EL lugar para ir a tomar buena birra. Recuerdo una visita un sábado a la noche a fines de 2008, estaba vacío; ¡hoy hay que tener suerte para encontrar un lugar donde pararse un lunes a la noche! A pesar de todo esto, Hanz, el dueño, no está listo para dormirse en los laureles, tal como lo demuestra el recientemente inaugurado bar. Faltan terminar un par de detalles en la decoración, pero ya está funcionando el bar arriba, en lo que supo ser U Prince, ese tugurio de mala muerte con Staropramen, al que más de alguno terminó yendo pensando que estaba en el templo cervecero de Nusle. El lugar está muy lindo, la verdad. 12 grifos, la mayoría con cervezas importadas de Alemania, USA, Holanda o Escocia. No fumador, bien iluminado.

Lecturas seleccionadas: Julio

Gente de vacaciones y yo con bastante trabajo (por suerte), listado cortito esta vuelta, pero bien jugoso. Empezamos con algo para leer en la playa, una fascinante historia de las Brettanomyces , por Martyn Cornell. He probado un par de cervezas 100% Brett. Me gustaron, sorprendentemente, le gustaron a mi mujer también. Entiendo por qué hay gente que se ha fanatizado con ellas, y entiendo por qué hay gente puede pensar que está tomando un cóctel de pis de gato y leche cortada. Si me dan a elegir, prefiero algo como Orval, con estos microorganismos cumpliendo un muy buen papel de reparto y no en el rol protagónico. Mientras tanto, Pivní Recenze cavila sobre el significado de "Cerveza Premium" y llega a la sorprendente conclusión de que este se puede encontrar en alrededor de dos o tres carajos. An Argentina, Ceresvis continua con su análisis de la escena cervecera local . Concuerda con mucho de lo que vengo diciendo ya hace un rato y de hecho, uno de sus párrafos fue e

Decisión difícil

Es media tarde, ya terminaste lo que sea que tenías que hacer hoy, estás cansado y tenés ganas de ir a casa, aunque resulta que estás cerca de tu local así que decidís que vas a parar ahí a tomarte un una o dos birras rápidas. Se convierten en cuatro. Buena merca. Te sentís un poco mejor, pero decidiste que ya has tenido suficiente y vas a pagar la cuenta. Cuando estás pagando el camarero te pregunta con tono jodón "¿Cómo, ya te vas?". Le sonreís y de compromiso prometés que a lo mejor te das una vuelta mañana. Justo cuando terminás de poner el vuelto en la billetera y agarrar tus cosas, otro camarero te mira con sonrisa atorranta y te dice, "mirá, está lloviendo". No son soretes de punta (o pekineses de ojete, como decía un amigo), al menos no todavía, pero se puede ver gente ya con paraguas abiertos y otros apurándose para buscar algún refugio. Puteás a la lluvia, puteás al tipo este, te han obligado a tomar una decisión muy difícil, ¿mojarse un poco o embo

La historia y la falta de jardines

La imagen que ven arriba ( fuente ) es de una vieja postal de  Pivovar Praha-Vinohrady . Si nunca han oído de él es porque ya no existe. Fue estatizado en 1945 y más tarde sería cerrado. Por algún tiempo, su maltería siguió funcionando para proveer a Staropramen , quienes luego usarían las instalaciones como depósito. Un incendio enorme en 2000 destruyó gran parte de los edificios, curiosamente, esto sucedió justo cuando la empresa de desarrollo inmobiliario propietaria del lugar estaba teniendo algunos problemitas con las autoridades de preservación histórica de Praga. Pero bueno, lo que queda de la cervería se puede ver hoy en el "lujoso" complejo residencial   Korunní Dvůr . El único vínculo con su pasado cervecero es un restaurancito que vende  Stella Artois (ahora que lo pienso, esta cerveza marida muy bien con el complejo, hecha lo más barato posible y vendida a un precio ridículo a gente que cree que está comprando algo especial). Pivovar Praha-Vinohrady, o Akciov