Contrario a lo que últimamente me sucede, hoy me dieron ganas de probar algo sobre lo cual no recuerdo haber oído nada, una světlá 11° de Pivovar Sedlčanský Krčín , y la mejor manera que se me ocurre para describirla es, parafraseando a Pink Floyd Hello, Is there any flavour in there? Just nod if you can hear me, are there any malt or hops? La birra estaba muy bien tirada, y no noté nada que podría considerarse verdaderamente malo, o verdaderamente bueno. Estaba a medio camino de todo, casi como una pinta de corrección política; una cerveza no denominacional. Hizo que me pregunte si no se trata de algo intencional; como si el elaborador creyese que la gente tiende a repetir las experiencias que ha olvidado. Y luego me di cuenta de que deben haber no pocas cervezas, igualmente sosas y libres de alegría, cuyos nombres ya he olvidado. Na Zdraví!
Una exploración de la más divina de las bebidas