Cuando salí de U Divadla esperaba que el destino me ponga en el 17 a Trója, una parte de la ciudad que nunca he explorado, pero terminé en el 26 en camino a Lipánska. Al menos ya sé dónde voy a tomar la siguiente birra: Lavička . A pesar de que siempre me ha gustado la pinta de este lugar desde afuera, nunca entré; ni siquiera lo tuve en cuenta para la 2ª Edición de la Guía Cervecera para Borrachines. No sé porqué. El interior es más o menos lo que esperaba. Es un restaurante de cabo a rabo, no un pub. La decoración no lo deja en dudas, así como el bar casi oculto detrás del hogar; no tiene dónde sentarse y está bastante abarrotado, como si no esperasen (¿o quisiesen?) que alguien se pose en él. En resumen, un lindo boliche para traer a un cónyuge o pareja de larga data, pero no tanto para birrear con amigotes. Todavía queda parte del público del almuerzo, y todos están muy letárgicos, a excepción de las dos mamínky y sus retoños—de muy buen comportamiento los cuatro—y un tipo...
Una exploración de la más divina de las bebidas