El público general puede dar un respiro de alivio, su identidad cultural está a salvo de los ruines burócratas. Al mismo tiempo, los frikis y elaboradores locales pueden ir a dormir tranquilos sabiendo que la nomenclatura cervecera checa ya no será objeto de burla internacional una vez que la nueva legislación haya entrado en vigor. El el punto más polémico del proyecto de enmienda del Reglamento nro. 335/1997 del Ministerio de Agricultura de la República Checa ha sido resuelto. Se ha acordado que Ležák seguría existiendo como categoría, pero solo reservada a cervezas de fermentación baja, tal y como Dios y Praotec Čech lo quisieron, mientras que el resto será indicado como Plné Pivo —siempre para cervezas de 11 a 12,9° Plato. En una conferencia de prensa el martes pasado, representantes de la Asociación Checa de Micro-Cervecerías (Českomoravský svaz minipivovarů – ČMSMP) explicaron que este y otros cambios serán un reflejo más fiel de la imagen actual del mercado cervecer...
Una exploración de la más divina de las bebidas