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Cavilaciones Patentadas

Un par de meses atrás, algunas de las personalidades cerveceras que sigo en Facebook compartieron y llamaban a firmar esta petición contra las Patentes para la Cerveza y la Cebada. El texto me generó serias dudas sobre las afirmaciones de los iniciadores y me llevó a buscar más información.

Lo primero que me molestó fue el uso de “greedy corporations” para describir a Heinken y Carlsberg  (H&C), los propietarios de las patentes. Más allá de lo que cada uno pueda pensar de estas dos empresas y otras grandes corporaciones, a esta retórica hoy la asocio a gente que no apelará a argumentos racionales y basados en hechos para convencer al público sino a nuestras emociones y nuestro casi natural sesgo de confirmación y disonancia cognitiva. Eso no sería tanto problema si no fuese por la deshonestidad del texto, que dice (mi traducción del inglés):
La cebada y la elaboración de cerveza son tradiciones antiguas y bien conocidas, que cualquiera puede utilizar. Sin embargo la Oficina de Patentes Europea (OEP) a otorgado patentes a Heineken y Carlsberg por cebada de cría regular. Con la patente, estas corporaciones transnacionales son dueñas de la cebada desde la semilla hasta la pinta de cerveza.
La verdad, sin embargo, es que H&C no han patentado la cebada o la cerveza en sí, sino una variedad muy específica de la primera que han desarrollado, y los productos que serán elaborados a partir de ella.

Las patentes por cultivos no son nada nuevo, han existido desde la década de 1930, mucho antes de la invención de los OMG, y son algo bastante normal, incluso en la industria cervecera. La mayoría de las nuevas variedades de lúpulo que se han puesto tan de moda están protegidas por patentes o marcas registradas y a nadie parece importarle.

Hace algunos años visité el Instituto de Investigación del Lúpulo en Žatec, o, para usar el nombre de la empresa tal como está inscripto en el correspondiente Registro Mercantil, Chmelařský institut s.r.o. En ese momento, Kazbek era la última variedad que habían desarrollado. Si mal no me acuerdo, es una cruza entre ŽPČ (Saaz, para los amigos) y una variedad de lúpulo salvaje del Cáucaso o los Urales cuyo desarrollo llevó años. Ese es el motivo por el cual yo no tengo ningún problema con patentes para cultivos: su desarrollo requiere de mucho tiempo, esfuerzo y dinero y me parece justo y razonable que las empresas quieran un retorno de sus inversiones. Las patentes son una manera de al menos garantizar que nadie más saque provecho de ese trabajo por la duración la patente, que no son permanentes.

En el caso de la cebada de H&C, al igual que Kazbek, Mosaic o Citra, no será más que otra variedad en el mercado. No hay nada que impida que agricultores, malteros y elaboradores cultiven, procesen y produzcan cerveza con las muchas otras variedades de cebada que hoy existen. Las malterías checas, por ejemplo, trabajan con hasta nueve variedades por temporada, que son procesadas por separado ya que cada una produce malta con propiedades diferentes.

La cuestión más polémica empieza con la manera en la que esta nueva variedad fue desarrollada: mutagenesis aleatoria, una técnica de ingeniería genética empleada tanto en la agricultura convencional como en la ecológica. Es una área gris en las leyes de patentes. Hay gente que opina que la mutación podría eventualmente ocurrir de manera natural y por lo tanto no debería ser admisible para una patente. Pero, como esta página explica, H&C promovieron activamente la mutación, no desparramaron semillas para ver qué pasaría, se podría argumentar entonces que sí se trata de un invento que debería estar protegido por una patente, si es que así lo quiere el inventor.

Pero no termina ahí. Al parecer, las patentes no le otorgan a H&C un monopolio solo en la cebada y los productos derivados de ella, sino también en la característica que la hace única, la actividad lipoxigenasa reducida. Si esto es correcto, significa que si otra persona desarrollase por otros medios una variedad con las mismas características, estarían obligados a pagarle una licencia a H&C, al igual que si la mutación ocurriese naturalmente y alguien quisiese comercializar las semillas.

Acá estoy indeciso. Puedo ver los méritos en ambos lados del debate, pero no tengo la suficiente información para formarme una opinión en favor de uno u otro. La agradecería, por supuesto.

No obstante, parece que no es ese el caso aquí. Carslberg ha emitido una declaración afirmando que las patentes no son para la cebada sino para las técnicas empleadas en su desarrollo. Sin embargo, la patente EP 2384110 A2 es para cebada con actividad lipoxigenasa reducida y las bebidas preparadas a partir de ella, y la patente EP 2373154 B1 es para bebidas y maltas derivadas de cebada con bajo nivel de sulfuro de dimetilo. Así que no sé.

En todo caso, no son más que noticias viejas. Las patentes fueron otorgadas el año pasado y a la petición le falta mucho para llegar al mínimo de 200.000 firmas, lo cual, en mi opinión, tienen bien merecido.

Na Zdraví!

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