Mi viejo vino de visita a principios de mes. Antes de reservar los pasajes, ya nos había dicho que quería ir a ver el Paseo por la Corona de los Árboles en Lipno.
Encontrar alojamiento no fue fácil debido a la temporada y los pocos días de antelación. Queríamos parar cerca de la atracción, pero la mayoría de los hoteles estaban llenos o eran demasiado caros. Buscamos hasta encontrar uno en Český Krumlov, que era algo más lejos de lo que habíamos planeado, pero no nos importó. Nuestra última visita a Krumlov había sido seis años antes y teníamos muchas ganas de volver a ver esa encantadora ciudad.
El hotel, Penzion Vodotrysk, resultó bastante bueno. Está oculto a un par de cientos de metros de una avenida muy transitada, pasando una laguna rodeada de árboles, a diez minutos a pata del centro. El edificio tiene pinta de haber visto mejores días, pero las instalaciones eran limpias, el personal era muy simpático, el desayuno estaba bien y las habitaciones, a pesar de no tener mucho en términos de lujo, eran amplias y cómodas. Excelente relación calidad precio también, en especial teniendo en cuenta la temporada y la localidad.
Pero no fue en Krumlov en donde el viaje empezó.
Aprovechando que íbamos a Bohemia del Sur, mi mujer arregló una reunión relacionada a un proyecto suyo en un pueblo cerca de Prachatice, en donde dejó a tres generaciones de Bahnsons para attorantear mientras ella se encargaba de sus asuntos.
¡Qué sorpresa más agradable que resultó ser Prachatice! La parte vieja de la ciudad comprende un manojo de retorcidas callejuelas y callejones, en el pasado encerrados detrás de las murallas, de las cuales se han preservado una sección y una de las puertas. Está dominada por una hermosa plaza rodeada de algunos algunos impresionantes edificios renacentistas construidos en la época dorada de la ciudad, cuando esta era uno de los centros principales de la “Zlatá Stezka”, una importante ruta de comercio entre Passau y Praga. Es un muy buen destino para una excursión si se está en la región.
Tiene también una micro-cervecería. Pivovar Prachatice, como la ciudad, una agradable sorpresa. La entrada principal está en una de esas retorcidas callejuelas y tiene también una entrada trasera desde la plaza principal. La taberna está muy bien puesta y no es demasiado grande, pero elegimos el acogedor y pequeño patio para nuestro almuerzo. Tanto la comida como el servicio fueron muy buenos.
Tenían tres cervezas tiradas. Empecé con la 11° Světlý Ležák. No se presentó muy apuesta, lo suficientemente turbia como para ser considerada artesanal por algunos. Sabía mucho mejor, por suerte. Fresca, vibrante, jugosa, casi. Algunos días más en el tanque de lagerización no habrían hecho daño, pero me gustó mucho como así como estaba. Bradáček, la 13° Polotmavý, por otro lado, era un poco rara, dulce y seca al mismo tiempo. Quizás lo que sembraba discordia era ese toque de manzanas verdes en el fondo. En todo caso, se dejaba tomar aunque sin demasiado entusiasmo. No pude probar la tercera, una Weizen. Mi hija no quiso dejarme, quería explorar la ciudad, lo cual hicimos hasta que la patrona nos vino a buscar.
Na Zdraví!
Pivovar Prachatice
49°0'43.964"N, 13°59'48.860"E
Horní 174, Prachatice
+420 606 096 994
Lun-Jue: 11-22, Vie: 11-24, Sáb: 12-24, Dom: 12-18
Encontrar alojamiento no fue fácil debido a la temporada y los pocos días de antelación. Queríamos parar cerca de la atracción, pero la mayoría de los hoteles estaban llenos o eran demasiado caros. Buscamos hasta encontrar uno en Český Krumlov, que era algo más lejos de lo que habíamos planeado, pero no nos importó. Nuestra última visita a Krumlov había sido seis años antes y teníamos muchas ganas de volver a ver esa encantadora ciudad.
El hotel, Penzion Vodotrysk, resultó bastante bueno. Está oculto a un par de cientos de metros de una avenida muy transitada, pasando una laguna rodeada de árboles, a diez minutos a pata del centro. El edificio tiene pinta de haber visto mejores días, pero las instalaciones eran limpias, el personal era muy simpático, el desayuno estaba bien y las habitaciones, a pesar de no tener mucho en términos de lujo, eran amplias y cómodas. Excelente relación calidad precio también, en especial teniendo en cuenta la temporada y la localidad.
Pero no fue en Krumlov en donde el viaje empezó.
Aprovechando que íbamos a Bohemia del Sur, mi mujer arregló una reunión relacionada a un proyecto suyo en un pueblo cerca de Prachatice, en donde dejó a tres generaciones de Bahnsons para attorantear mientras ella se encargaba de sus asuntos.
¡Qué sorpresa más agradable que resultó ser Prachatice! La parte vieja de la ciudad comprende un manojo de retorcidas callejuelas y callejones, en el pasado encerrados detrás de las murallas, de las cuales se han preservado una sección y una de las puertas. Está dominada por una hermosa plaza rodeada de algunos algunos impresionantes edificios renacentistas construidos en la época dorada de la ciudad, cuando esta era uno de los centros principales de la “Zlatá Stezka”, una importante ruta de comercio entre Passau y Praga. Es un muy buen destino para una excursión si se está en la región.
Tiene también una micro-cervecería. Pivovar Prachatice, como la ciudad, una agradable sorpresa. La entrada principal está en una de esas retorcidas callejuelas y tiene también una entrada trasera desde la plaza principal. La taberna está muy bien puesta y no es demasiado grande, pero elegimos el acogedor y pequeño patio para nuestro almuerzo. Tanto la comida como el servicio fueron muy buenos.
Tenían tres cervezas tiradas. Empecé con la 11° Světlý Ležák. No se presentó muy apuesta, lo suficientemente turbia como para ser considerada artesanal por algunos. Sabía mucho mejor, por suerte. Fresca, vibrante, jugosa, casi. Algunos días más en el tanque de lagerización no habrían hecho daño, pero me gustó mucho como así como estaba. Bradáček, la 13° Polotmavý, por otro lado, era un poco rara, dulce y seca al mismo tiempo. Quizás lo que sembraba discordia era ese toque de manzanas verdes en el fondo. En todo caso, se dejaba tomar aunque sin demasiado entusiasmo. No pude probar la tercera, una Weizen. Mi hija no quiso dejarme, quería explorar la ciudad, lo cual hicimos hasta que la patrona nos vino a buscar.
Na Zdraví!
Pivovar Prachatice
49°0'43.964"N, 13°59'48.860"E
Horní 174, Prachatice
+420 606 096 994
Lun-Jue: 11-22, Vie: 11-24, Sáb: 12-24, Dom: 12-18
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