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Sacudido Marzo

Con mi vida (y por ahora mis finanzas) un poco más tranquila, este mes pude darme un par de vueltas (en tanto me lo permitió el bolsillo) por el panorama cervecero.
Uno de mis objetivos era ir a Beroun para poder probar su cerveza de Pascuas. A Beroun fui, lo que faltó fue la cerveza. El pivovar estaba cerrado por motivos técnicos y el restaurant no estaba tirando las cervezas del oso. Me decepcionó bastante, por suerte no estaban tirando cualquier porquería, Chodovar Sklepní Ležák y Tmavé y Klášter 10°. Nada del otro mundo, pero podría haber sido peor.
Mi siguiente parada fue en Stráhov, quería probar su cerveza pascual. Acá se me dio. La Jarní Ležák es una golden lager elaborada a 13°balling, con 5.3%ABV. Me pareció muy muy rica, intensamente lupulada con un final casi a pomelo. Podría haberse llevado el premio del mes, si no fuese porque cobran 59CZK/0.4l por algo que no es mucho mejor que una buena partida de la golden lager en Pivovarský Dum, que cuesta 35CZk el medio litro.
Pasé también por Richter, donde entre otras, pude probar la Ale. Que me gustó mucho. No tomé notas de cata porque estaba con amigos, pero la recuerdo muy rica, demasiado fácil de tomar y de muy buen cuerpo.
Pasaron otras especialidades de pascuas, como la Krkonoše, que ya tendrá su nota dedicada y la Medové Pivo de Opat. A esta última ya la había probado el año pasado y me había decepcionado enormemente. Este año mejoró en casi todos los aspectos, sabor más redondo, menos gasificación, mejor cuerpo, lo que le sigue faltando es el sabor a miel. Hay como un dulzor en el fondo, pero, si no se sabe que se está tomando una medové pivo, no sería muy fácil de identificar como algo agregado a la cerveza.
El premio este mes va, otra vez, para la gente de Pivovarský Dum. En este caso, con su Märzen. Una ámbar de espuma espesa, aromas llenos de frutas acompañadas por crema, miel y cítricos (este último casí identificatorio de las cervezas sin saborizar del Dum). Al tomarla se sienten notas melosas acompañadas por frutas como el durazno, el final es suave y largo, con mucha hierba, algo de cítricos y notas de caramelo. Muy interesante. Una cerveza que no pude parar de tomar mientras la tuvieron.
Una que quedó ahí fue la desítká kvasnicové de Kácov. Por qué, no sé. Simplemente me gustó más la Märzen.
En cuanto a la cuenta, en marzó probé otras 33 cervezas distintas, lo que suma en lo que va del año 112.

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