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De Birras en Baviera - 3ra Parte


Ni se les ocurra ponerse a leer esta entrada sin antes haber leído la primera parte y la segunda parte, o no van a entender un carajo.

El llamado de la naturaleza me despertó demasiado temprano a mañana siguiente. ¿No podría haber esperado una hora más la conchuda esa? Luego de atenderlo (y de abrir las ventanas, espero que a la señora de la limpieza le hayan dado una máscara de gas), intenté volver a dormir pero sin éxito. No podría decir que tenía una resaca propiamente dicha, me sentía más que nada como si mi estómago todavía estaba tratando de ver qué podía hacer con la cena de la noche anterior.

Era demasiado temprano para ir a desayunar, aunque mucha hambre no tenía, la verdad. Prendí la tele para que me ayude a pasar el tiempo, sin esperar demasiado y no me fui decepcionado.

Dudo que la TV alemana sea muy entretenida, incluso cuando entendés el idioma, así que te podés imaginar lo que es cuando no lo entendés. Pero encontré CNN, y me hizo desear no entender inglés. Su cobertura del avión malayo perdido era increíblemente patética; podría ser resumida de esta manera: “No tenemos nada que ni siquiera se parezca a una puta idea de lo que le pasó a ese avión, pero vamos a seguir hablando pelotudeces al respecto porque tenemos que llenar espacio,” pero con una voz nasal. En serio, le daban manija a esto hasta en las noticias deportivas, en donde se pasaron un par de minutos mostrando los Tweets que (los asesores de RRPP de) algunos pilotos de F1 defecaron antes del GP de Malasia. No existe mejor muestra de todo lo malo del ciclo de noticias las 24 horas, algo que espero algún día sea erradicado.

Así que fui a la calle a tomar un poco de aire fresco (en serio, compadezco al alma de la pobre mujer que haya tenido que entrar a esa habitación). La mañana todavía estaba un poco fresca, pero prometía un hermoso día primaveral.

De a poco, el resto se despertó y fuimos a desayunar – nada especial, la verdad – y partimos hacia Múnich un rato después. En el camino recogimos a Kristof, el director de Schlossbrauerei, que sería nuestro guía en la Meca cervecera. Un tipo macanudísimo.

Al entrar en el centro de la ciudad, hubo algo que me llamó la atención. Las bicicletas, había miles, por todos lados, y la mayoría no estaban atadas a nada.

Estacionamos a eso de la diez prácticamente al lado del Hofgarten. El día era hermoso y con una linda temperatura. Me alegré de haberme puesto las bermudas. Paseamos por un par de minutos hasta que nos dimos cuenta que teníamos cosas más importantes que hacer (en serio, ¿quién viene a Múnich para ver edificios y monumentos con tanta buena cerveza para tomar?). Luego de una corta discusión, se decidió que empezaríamos nuestro día de escabio en Schneider Weisses Brauhaus.
A pesar de ser todavía relativamente temprano, el boliche ya estaba lleno. Ni hablar de sentarse afuera, y tuvimos suerte de encontrar lugar adentro, que al final creo fue mejor: es un salón cervecero hermoso, y la atmósfera era genial. Había algunos turistas, pero la mayoría de los parroquianos parecía ser aborigen, y no pocos de ellos llevaban lederhosen.

Quería mandarle a mis tripas un mensaje claro del tipo de día que les esperaba y se me ocurrió que Schneider-Weisse TAP 5 no dejaría lugar par malas interpretaciones. Si nunca lo han hecho, háganse un favor y tomen Hopfenweisse como su primera cerveza a la mañana, me agradecerán el consejo, creo que no hace falta decir más al respecto.
Se pidió comida, la ubicua obtatzda y las casi obligatorias weisswurst – aparentemente, una especialidad típica para el desayuno en esos pagos, y algo muy rico también. Mi vaso estaba vacío cuando llegó la fuente con los cinco pares de salchichas y, con el mensaje ya enviado, me pareció sería prudente bajar un poco el tono, con Aventinus – jamás me cansaré de esa cerveza.
Nuestra siguiente parada sería Hofbräuhaus. Tengo que reconocer que no estaba demasiado entusiasmado al respecto. El lugar tiene la reputación de ser una suerte de trampa para turistas. Pero el resto quería ir ahí y yo no iba a ser el forro que le arruina el día a todos. Así que, allí fui, con el tipo de sonrisa que cualquiera que haya tomado 1l de cerveza fuerte antes del mediodía suele tener.
Trampa para turistas o no, mentiría si dijese que no la pasé bien en Hofbräuhaus. Describir a este salón cervecero como enorme es quedarse corto. Nunca había visto algo por el estilo – Kristof nos contó que sirven ¡17.000hl de cerveza por año! Ya estaba más que hasta las tetas cuando entramos, con bastante gente caminando entre las mesas esperando encontrar un lugar donde sentarse. Es verdad que había una proporción de turistas bastante mayor que en Schneider (hasta vi uno de los rebaños que siguen paraguas), pero había mucha gente local también, y una atmósfera impresionante – era como estar en medio de una orquesta filarmónica en donde los instrumentos han sido reemplazados por los sonidos de gente pasándola bien.
Pudimos eventualmente encontrar un lugar para sentarnos en el patio, también lleno, también con muy buena onda. Tardó un rato para que nos atiendan y, una vez que hicimos el pedido, tardó casi lo mismo hasta recibir las cervezas, que son solo se venden en Maß. Hizo que me de cuenta de lo injusto que fui al criticar al Czech Beer Festival cuando hace un par de años cambiaron a Tupláky. No quiero ni pensar cuánto más habríamos tardado en que nos den algo para tomar si las birras se vendiesen en medidas de medio litro en lugar de un litro.
Pedí la Dunkles, la cual puedo describir como un empleado administrativo en en la casa central de un banco o una empresa de seguros, o en un ministerio. Pero no me importó un carajo. Podría haber estado tomando Staropramen y no creo que la habría pasado menos bien. Y lo mejor estaba por llegar.
Pero van a tener que esperar para leer qué pesó. Son casi las birra y media y tengo sed.

Na Zdraví!

Comentarios

  1. Larga vida al Weisses Brauhaus! Maravilloso!

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  2. Max, en algún post antiguo comentaste que para vos la cerveza no es un producto natural u orgánico (no recuerdo exactamente que término utilizaste). Me podrás detallar el porque de esa apreciación?

    Saludos,
    Matías.

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    Respuestas
    1. Es porque la cerveza es un producto altamente procesado. El ezúcar que las levaduras convierten en alcohol no es algo naturalmente presente en las maltas (cuyo carácter de "natural" es ya de por sí discutible) y el aceite del lúpulo se tiene que isomerizar para que pueda cumplir su propósito principal.

      La cerveza es, y siempre ha sido, un producto industrial.

      En cuanto a orgánico, si te referís a la certificación, eso ya es otra cosa. Aunque también genera sus propias preguntas.

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    2. Vos decis que el mero hecho de someter la cebada al proceso de malteado deja de hacer que la cerveza sea un producto natural? Entre otras cosas, obviamente...

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    3. No. Para mí, la malta no es un producto natural, pero es irrelevante en este caso, porque aunque lo fuese, a lo que me refiero es al macerado. La conversión de almidones en azúcares es un proceso 100%, no hay manera de que pueda ocurrir en la maturaleza. La isomerización del lúpulo tampoco es algo que ocurre naturalmente.

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    4. Claro, entiendo. Natural es la miel, que la extraes del panal y la podés ingerir de una. Sin embargo la cerveza es la combinación, por parte del hombre, de diferentes ingredientes a través de diferentes procesos. Ergo, si entendí bien, para vos eso es lo que la hace un producto industrial....tiene lógica.

      Ahora, ¿desde el punto de vista de los ingredientes, en ese caso sí podríamos decir que es un producto natural (hablando de las cervezas que sólo utilizan agua, malta, lúpulo y levadura)? Digo, ninguno de ellos está sometido a un proceso químico de transformación...ni tampoco contiene, dicha cerveza como producto final, ningún insumo de origen químico. Como sí por ejemplo, lo contienen las gaseosas, golosinas y demás productos envasados...

      En ese caso como lo ves?
      Salud!
      Matías.

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    5. Tampoco. Porque cuando tomás cerveza, lo que tomás no es un jugo fermentado aromatizado como sería el ejemplo del vermouth or el retsina. Estás tomando agua con, entre otras cosas, azúcares residuales producidas por una conversión enzimática y aceite isomerizado de lúpulo.

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    6. Entendido! Gracias por el intercambio!
      Salud!

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  3. Vos decis que el mero hecho de someter la cebada al proceso de malteado deja de hacer que la cerveza sea un producto natural? Entre otras cosas, obviamente...

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