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Vientos de cambio

Estoy infantilmente orgulloso de mi reputación de ser alguien que conoce la escena cervecera praguense como pocos. Sin embargo, esta escena se ha vuelto tan dinámica que incluso a alguien como yo le está costando mantenerse al tanto de los cambios, es por ello que me soprendí cuando mi colega Fiona Gaze mencionó a Na Palmě en su resumen de los multigrifos hace algunas semanas.

El año pasado mi trabajo me llevó por la zona de Palmovka bastante a menudo y sabía de la existencia de este bolichito, uno más del montón con Urquell y Kozel de barril, y nunca se me había ocurrido visitarlo. Si tenía ganas de tomar Urquell, está U Jagušky casi al lado y a un par de cuadras de ahí está U Rokytky con sus deliciosas Svijany ¿Para qué molestarse? Pero ahora resulta que tienen Únětické Pivo y un grifo rotativo. Tenía que ir.

Na Palmě está en un sótano bastante chico, apenas un puñado de mesas y el bar. No hay nada especial en los interiores, una taberna como cualquier otra que cuya decoración no debe haber cambiado mucho en las últimas dos décadas. Pero me gustan los sótanos y me siento bastnte cómodo en este también, aunque puede ser también que, incluso a los 40, soy por lejos el parroquiano más joven.

Tomo asiento en una mesa cerca del bar. Una camarera bastante simpática toma mi pedido. No tienen Únětická 10° hoy, me voy a tener que conformar con la 12º, hay muchas cosas mucho peores que eso. Bien tirada, no dura demasiado en el vaso.

La camarera pasa y me pregunta qué tal me gusta mi birra. "Mucho," digo. También me pregunta si quiero otra. "Mucho," digo. Chýně en este caso. Ahora es mi turno de hacer preguntas y teniendo en cuenta que Urquell y Kozel siguen dando vueltas quiero saber qué tan bien se están vendiendo las novedades. "Es la mejor vendida", dice esta mujer con algo de orgullo y una sonrisa, y agrega algo que ya no debería sorprenderme: "Hodně nám pomohl" (nos ha ayudado mucho), y le creo. Las siete u ocho personas que están ahí están todas tomando Únětice. No, miento, hay una que está tomando Chýně.

Un par de minutos más tarde estoy charlando con ella sobre las birras que están esperando su turno. La convesación hace que el dueño venga a mi mesa. El tío me dice que todavía tienen las dos marcas de Prazdroj porque las heredaron con el contrato de alquiler. Afirma que casi nadie las toma ya, que la gente viene por las otras cervezas y espera que eventualmente el gigante se olvide de ellos. Igual, está contento que a sus clientes les gustan las nuevas cervezas y está convencido que ha tomado la decisión correcta. Yo también.

Pero las buenas noticias no terminan acá. Está también Decentní Dýně.

Debo haber pasado por la puerta de este bar un millón de veces y nunca pensé en entrar. A pesar de que siempre me pareció un lugar agradable y acogedor, tenían algo que me mantenía afuera, de hecho, que casi hacía que me pase al otro lado de la calle. Si fuese un vampiro, sería para mí como una cruz o una ristra de ajo, un cartel de Stella Artois. No puedo empezar a explicar el odio que siento por esa pretenciosa mierda pseudo-belga. ¡Pero ya no está! ¡Braník en vestido de seda ha sido reemplazada por Únětické Pivo!

Había notado el cambio hacía unos meses, pero fue recién el lunes pasado que pude darme una vuelta. Mi intuición había sido correcta, Decentní Dýně es un lugar lindo y acogedor, el tipo de lugar en donde los viejos amigos se encuentran por casualidad, que es, dicho sea de paso, exactamente lo que me pasó, me encontré con un viejo amigo.

Todavía faltaban uno o dos minutos para las tres. Estábamos mirando si había alguien adentro cuando un pibe viene y nos pregunta se queríamos tomar cerveza. Bueno, sí. Nos sentamos los dos al bar y nos pedimos cada uno una 12º. Luego de intercambiar los usuales formalismos, discutir nuestras birras y un par de otras cosas (mi amigo sabe bastante de cerveza), empezamos a charlar con el dueño. Bastante simpático el kía. El tema es cerveza (¿Acaso hay otro tema interesante para hablar?). Nos dice que la Stout de Kocour no se vendió muy bien, pero que la sobresaliente Catfish Sumeček ha sido un éxito sorprendente. Sí, además de Únětice, tienen un tercer grifo con nombres que cambian a medida que se vacían los barriles.

Teniendo en cuente qué tan radical fue el cambio desde el punto de vista cervecero, le pregunto cómo lo han tomado los parroquianos. Decentní Dýně es un bar que se especializa en Rones (tienen una lista con más de 100 referencias) y cocteles, así que a los štamgasty no les molestó en lo más mínimo. Por otro lado, ha notado que desde que los caldos de Smíchov fueron reemplazados por pivo en serio, ha empezado a venir gente nueva y las ventas de cerveza han aumentado en un 25%.

Estos dos lugares son otra prueba de lo que vengo diciendo hace rato, salirse de la esfera de las grandes marcas puede llegar a ser muy bueno para el negocio. Por qué sigue habiendo gente que vende Stella Artois o Heineken es algo que todavía me cuesta entender.

Na Zdraví!

Bar Na Palmě
50°6'16.575"N, 14°28'38.831"E
Na Žertvách 32 - Praga-Libeň
+420 603 468 694 - barnapalme@email.cz
Lun-Jue: 15-23, Vie: 15-24, Sáb: 17-24

Café Decentní Dýně
50°4'44.335"N, 14°26'13.903"E

Italská 32 - Praga-Vinohrady
+420 222 254 481 - dcdyne@seznam.cz
Lun-Vie 15-24, Sáb-Dom: 17-01

Comentarios

  1. Ahoj Max,
    para el 2º libro???
    Besinos, Ra

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  2. que bueno lo de "branik en vestido de seda", diste en el clavo, sabia que tambien pensabas de la misma manera, PERO ESE COMENTARIO ES INSUPERABLE; y totalmente cierto. Estan agresivos en el placement de cerveza esta gente de uneticky pivovar, y mira que no me sedujo, habra que seguir probando. Al mismo tiempo la primator tirada weizen aparece muy poco en sitios nuevos, aunque sigue en los de siempre.
    El vivr en Praga y poder visitar estas hospodas no tiene precio... pronto volveremos
    Salud

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  3. cafe dyne tiene staropramen y stella en el menu. puaj

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    Respuestas
    1. Está desactualizada la carta en la página de internet. Ya no las sirven más...

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  4. Si tan solo pasaran esas cosas por acá. Pero no, todo el mundo prefiere tomar Stella, Heineken, o peor, Quilmes. Solo vi un caso de un bar que pasó por varios dueños y recientemente reabrió, con otro nombre y cerveza artesanal de la buena, tirada.

    En fin, buenísimo lo que contás. Me dan más ganas de volver y recorrer hospodas a lo pavote.

    Saludos!

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