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!Herejía!

Me gustan mucho los boliches subterráneos, cuanto más profundos, mejor. Ir a tomar cerveza a un sótano es algo casi clandestino en donde se tiene la agradable sensación de estar escapando u ocultándose de algo o alguien, refugiándose en el solaz de otras almas similares. En un sótano, el tiempo y las estaciones pierden mucho de su significado. No importa la hora del día ni la época del año, el sótano tiene esa continuidad estática, casi impermeable al calendario y los relojes (y hasta hace poco, a las señales de los teléfonos móviles, ese azote moderno). No se va a un sótano a tomar una birrita al paso, bajar varios metros a las entrañas de la Madre Tierra implica un compromiso con nostros mismos.

Si hablamos de un lugar nuevo, al que nunca hemos ido antes, a todo esto hay que sumarle la incertidumbre. Un sótano no tiene fachada o ventanas, no tiene nada que nos pueda dar al menos una idea de lo que nos espera. Solo una puerta, imperturbable pedazo de madera que no revela lo que se oculta detrás de ella y nos desafía a vencer nuestros temores y abrirla.

U Kacíře - el Hereje*, es uno de esos boliches. No está muy profundo, apenas una docena de escalones por debajo de Manesova. Habiendo aceptado el desafío de la puerta uno se encuentra con un lugar invitante, bien iluminado y con colores cálidos. A la derecha, el salón no fumadores, a la izquierda, el espacio para fumadores, ambos separados por el bar, cuya forma ondulante es cortada al medio por un pared para luego continuar entre los no fumadores. Lindo.
Foto (c) U Kacíře
Pero hace falta más, mucho más que todo eso para hacerme feliz. Algo como Kout na Šumavě 10º nefiltrovaná. Creo que con este hereje nos vamos a entender bien.

Como acostumbro cuando voy a tomar solo, y en especial si es un lugar nuevo, me siento al bar. Me ayuda a tener una idea del trato que el personal le da a la cerveza y siempre existe la posibilidad de entablar conversación con alguno de ellos o con algún que otro parroquiano allí posado.

El pibe del bar está bastante ocupado y no habla mucho, pero la Kout está servida de maravillas, y no es solo eso lo que denota el respeto que este muchacho le tiene a sus cervezas (dentro de las posibilidades, los barriles, de 30l, están todos debajo del bar). El local abre a las cuatro y han pasado apenas unos minutos desde esa hora. Mi Kout debe ser la primera del día. El taciturno hombre sirve medio vaso y lo tira al fregadero. El ritual se repite con otras cervezas a medida que más gente va llegando. Trubáč, la cerveza que queda en las líneas desde el día anterior, algo que nunca debería llegar al vaso del cliente, pero que muchas veces lo hace. No en U Kacíře por suerte.

Hay otras nueve cervezas además de este monumento a la bebida nacional que estoy disfrutando, Kout 12º (filtrada), tres de Žatec y el resto de entre las varias marcas de K Brewery. Hoy día, nada fuera de lo común, es más, casi ordinario diría, pero ¡qué buena que está la Kout 10º! (Ya en su segundo půl litr) y la Žatec Tmavé tampoco está nada mal, simple, sutil, chocolatosa, con una pizca de tostado y tan bien servida como la anterior.

Un rostro familiar cruza la puerta. Una chica que solía trabajar en Zlý Časy y ahora aplica todo lo que aprendió en el templo de Nusle aquí en Vinohrady. Me quedo un půl litr más de lo que tenía planeado. Ya estoy como en casa, más contento que un chancho tomando cerveza. Hablamos de esto y aquello y me alegra oírle decir que el boliche está funcionando bastante bien, teniendo en cuenta que hace apenas dos meses que abrió. Con el buen trabajo que están haciendo, el éxito debería estar casi asegurado.

Si andan por el barrio (y si no también, está al lado de la estación de metro Jiřího z Poděbrad) dense una vuelta por U Kacíře y véanlo por ustedes mismos.

Pivní Šenk U Kacíře
50°4'40.829"N, 14°26'52.627"E
Manésova 87 - Praga-Vinohrady

+420 252 545 454
Lun-Vie: 16-?? Sáb-Dom 17-??

*Sí, sí, no se me ocurrió un título mejor para la entrada. Por otro lado, hace apenas unos años, un boliche con 10 grifos y diferentes cervezas hubiese sido casi una herejía, una apostasía al orden cervecero establecido. Hoy, por suerte, ya no sorprende a nadie.

Comentarios

  1. Que lindo debe ser hacer una girita birrera por esas latitudes!!!!!

    Abrazo!

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  2. Excelente lugar parece. Muchas ganas de ir me dieron.
    Max, el primer parrafo que escribiste describiendo a los bares subterrañeos me parecio excelente. Salud.

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  3. Muy lindo Max! Y que buen gesto eso de purgar las chopperas. Hemos tomado pintas que venían con lo que había quedado en el caño del día anterior...

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  4. Ahoj Max,
    ¿Se incluirá en la ampliación?
    Besinos, Ra

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