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El mejor súper

Muchos son los que saben lo que pienso de los súper e híper mercados. En pocas palabras, son malignos. Su política de vendernos productos de dudosa calidad al precio más bajo posible, mientras abusan de sus proveedores y explotan a sus empleados, al mismo tiempo que buscan eliminar la competencia de los negocios chicos es repugnante. Representan para mí el aspecto más feo del capitalismo.
Es por eso que, siempre que se pueda, trato de hacer mis compars en negocios chicos. Esos en donde uno entra y habla con una persona, no con un pobre diablo convertido en robot sentado frente a una caja registradora. Esos donde la calidad y el servicio importa más que los dividendos de los accionistas. Puede que muchas cosas sean un poco más caras en estos negocios que en los súper, pero la diferencia es mínima, con la ventaja que es más difícil tentarse y compar alguna porquería que no necesitamos sólo porque está en oferta o tiene un lindo packaging.

Es mi calle favorita en Praga. Debe haber una en cada barrio residencial. Y es casi como un supermercado. Allí y en algunas de sus calles adyacentes puedo conseguir casi de todo, a buen precio y con muy buena calidad.
Si salimos de la estación de metro Hradčanská lo primero que vamos a ver el Restaurace Dejvická Sokolovná, un lugar con comida más o menos, pero con muy buena Gambrinus 12° tanková, además de la nueva cerveza Master.

Luego de tomarnos algo, podemos ir de compras. Primero por lo más sano, frutas y verduras. Las malas lenguas dicen que hay tres calidades de frutas y verduras, primera calidad, segunda calidad y calidad Tesco. Otros dicen que las cadenas de supermercados compran lo que los vietnamitas tiran. Este lugar empezó hace unos años como un puesto en la calle, hoy es casi un minisupermercado, con muy buena fruta y verdura, pero también huevos bien frescos y muchos productos más. Lo mejor es que abre todos los días hasta las 19.

Caminamos unos 100m más y nos encontramos con un negocio que no parece la gran cosa, pero no se imaginan la selección de quesos que tienen, de todos tipos y colores, de vaca, cabra y oveja, incluyendo un excelente brindza (un típico queso fresco de oveja de origen eslovaco).

Con los calores que están haciendo estos días, la sed ataca pronto, o nos agarra el hambre. En ese caso, apenas saliendo del negocio de los quesos podemos parar en Pivnice Bruska, que tiene mejor comida que la hospoda anterior y recientemente empezaron a servir Pilsner Urquell tanková sin modificar el precio. Claro, tienen la fuerte competencia de Plzeňský Sklípek a 100m por la calle Eliašová.

En la esquina opuesta, para aquellos que les gusta lo picante, se encuentra el restaurant mexicano Fiesta. Antes de que mis lectores mexicanos digan nada, no sé que tan auténtica la comida es, pero no está nada mal. Justo al lado, tenemos el video club Minar, con una muy buena selección de películas checas de todas las épocas en DVD, con subtítulos en inglés y algunas veces en español.
Si nos sentimos culpables luego de comer algo de la muy rica y poco sana comida que sirven en Bruska y el Sklípek podemos detenernos un rato en el Bio Obchod. El negocio de comida orgánica, con cosas muy interesantes.

Siguiendo por esta hermosa calle, donde además encontramos un restaurant chino muy bueno , una vinoteca, negocios de ropa, zapatos y joyería. Pero lo que nos trae por acá es la comida. Hmmmm!!!! Fiambres, embutidos y ahumados checos. Qué delicia! Para aquellos de ustedes que nunca los probaron, o que solamente compran la basura que venden por el mismo nombre en los supermercados, no saben lo que se pierden. Imagínense un local donde uno pueda elegir entre más de una docena de tipos de klobása y parky (salchichas), cinco o seis tipos de paštika (patés) como por ejemplo de pato, ganso o ciervo, vaya uno a saber cuántos tipos de quesos, salames y carnes ahumadas de distinta procedencia, además de pomazanky (pastas para untar), lahůdkové saláty (ensaladas deli) y otras delicias, y la sección de carnicería, con muy buena carne de cerdo y ahumados caseros. Es un sueño! Pero es realidad. Mi negocio favorito en esta calle. De sólo pensar en él, se me hace agua a la boca.

Si lo que nos gusta es el pescado, las aves, la carne de caza o el conejo, solamente tenemos que cruzar la calle y nos encontramos con un negocio donde se pueden comprar truchas bien frescas y carpas vivas, además de muy buena carne de pavo, pollo y pato. Todo con gente muy smpática trabajando dentrás del mostrador.

Si tenemos tiempo o ganas, podemos darnos una pausa en alguno de los cafés que hay en Dejvická, para luego seguir y comprar comida para el perro o el gato o la serpiente que tenemos en casa en la tienda de mascotas antes de hacer la última parada en la panadería de la calle Kafková, a menos de 50 metros de Dejvická. Allí vamos a encontrar excelente chleba, rohlíky y algunos dulces bien frescos, de elaborción propia. Tan frescos que a veces uno tiene que esperar a que los terminen de hornear.

Si nos quedó algo para comprar, podemos ir al supermercadito que hay frente a la pollería, o si necesitamos artículos de limpieza, ir a alguna de las droguerías. Para aquellos a los que les gusta la fast food, les recomiendo el Boulevard Crocodille, algo mucho mucho mejor que el KFC de enfrente.
Y la cerveza?? Dónde compro la cerveza? La puedo comprar en varios de los negocios que mencioné, y en otros que no. Pero no quiero nada de las grandes cervecerías industriales en casa, prefiero algo de las cervecerías independientes, mejor si es sin pasteurizar y si viene de Svijany. Acá hago un poco de trampa y me voy ya de Dejvická o sus calles aledañas. Para comprar cerveza prefiero un negocio pequeño en Narodní Obraní y Rooseveltová, donde se pueden conseguir cervezas que no resultan rentables para los supermercados (es decir, que los productores no pueden pagar la extorsión que éstos les quieren cobrar) a precios casi irrisorios, por ejemplo 11,50Kc por Svijanký Rytíř 12°, mi cerveza de cabecera, la cual siempre compro por cajón de 20 unidades...

Puede que a muchos les parezca demasiada caminata, pero no se tarda más de lo que se tarda en un supermercado lleno, con la diferencia que, mientras en un súper no vemos la hora de huír del clima artificial y el asalto de las "ofertas especiales"; en Dejvická hacer compras es algo más relajado y gratificante por la mejor calidad de los productos que uno compra, por el contacto con gente que realmente se preocupa por lo que hace y vende y por la oportunidad de practicar checo....

Comentarios

  1. Buen post, Maxi. Parece un lindo paseo de compras para hacer en el verano praguense.

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