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Mostrando las entradas de octubre, 2019

La Noticia que Todos Estaban Esperando

Cuando publiqué la segunda edición la Guía, mi plan era esperar uno o dos años y empezar a trabajar en la tercera, o al menos en una actualización, pero no tardé mucho en abandonar la idea. No tenía ganas de hacer todo ese laburo de nuevo sin que nadie me pague, en especial teniendo en cuenta cuenta el boom de los boliches “Craft Beer”, todos los cuales parecen adherir al modelo de demasiados grifos con cervezas de estilos de moda y caras del mismo grupo de elaboradores. Además, también quería reducir un poco mi consumo y me parecía mejor dedicar mi limitado tiempo y dinero yendo a boliches conocidos y probados en lugar de boliches nuevos que a lo mejor no valen la pena, todo por un proyecto de vanidad. Hubo gente (no mucha, no voy a mentir) que me preguntaba si iba a haber una tercera edición del libro a quienes respondía siempre con un firme “No”. Pero un día, charlando con una amiga, le confesé que lo podría hacer si le encontrase una vuelta. Dicha vuelta se materializó en mi cabe

Pivní Filosof en Noruega Parte II - Manos a la Obra

El miércoles a la mañana, la presencia de los fantasmas del Kveik de la noche anterior se podía sentir en cada rincón de nuestra casa y no había ventana abierta que los pudiese espantar. Después del desayuno hubo un acuerdo tácito de ir afuera y cerrar la puerta detrás nuestro, haciéndome sentir casi como el narrador en el cuento de Cortázar “Casa Tomada”. Tampoco nos importó tanto, la vista de las aguas del fiordo cubiertas de niebla y el cielo despejado era una absoluta maravilla. Sigurd vino a buscarnos a eso de las nueve, pero se había levantado bastante más temprano para arrancar la infusión de enebro. Cuando llegamos a su casa, el sótano estaba calentito y olía riquísimo. La infusión se estaba cocinando en una olla de cobre de 150 litros encima de una estufa alimentada con madera. Sigurd nos explicó que tenía que llegar a unos 95°C antes de poder usarse y que, además de alimentar el fuego y controlar la temperatura de vez en cuando, no había nada que hacer, al menos en el sóta