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Motivo por el que me gusta ir a tomar solo a un pub #815.428


Ayer pasé todo el día en Pilsen, por trabajo. Y una de las asignaturas que tuve fue ir a comer y beber a Na Spilce, el restaurante en la fábrica de Pilsner Urquell (lo mío es un sacerdocio, ya sé). El lugar estaba lleno, o mejor dicho, las mesas que no tenían reserva*, estaban todas tomadas, así que tuve que esperar un rato.

Eventualmente, una se liberó y justo después de que me hayan dado la carta, un tipo vino y preguntó si se podía sentar. Empezamos la habitual conversación casual (me encanta el término inglés “small talk”) y al tipo este no le tomo más que un par de palabras darse cuenta que soy extranjero, a lo cual le sigue la casi obligatoria pregunta “odkud jsi/jste” (¿de dónde sos/es?).

Ya he perdido la cuenta de las veces que mi nacionalidad ha servido para romper el hielo, y esta no fue una excepción. Nos pusimos a hablar de lo que me había traído a la República Checa (la birra y las minas, por supuesto), qué es lo que estaba haciendo en ese restaurante, nuestros trabajos, etc. Cuando le dije que, entre otras cosas, me dedicaba a escribir sobre cerveza, el tipo este se sorprendió bastante. Resulta que en el pueblo donde vive alguien ha terminado de montar su propia micro-cervecería y ya elaborado algo de cerveza, que ha estado madurando por algunas semanas, pero que todavía no tiene nombre (por algún motivo, me gusta eso – primero nos encargamos del producto, y después vemos el tema del branding), y el tipo este me juró que está muy buena.

Pasamos el resto del almuerzo hablando de cerveza y bares, casi como dos viejos amigos, y antes de despedirnos intercambiamos números de teléfono y direcciones de e-mail. Mi nuevo amigo prometió que le pasaría los datos a su vecino para que lo pueda conocer a él y a su cervecería sin nombre.

No es el tipo de cosas que a uno le pasan mientras toma notas de cata en casa.

Na Zdraví!

* No tengo problema con el concepto de las reservas, es algo que a menudo uso, pero estuve casi una hora en Na Spilce y nadie de los que habían reservado ninguna de las mesas apareció. En la mayoría de los boliches que conozco, te dejan sentar en mesas con reserva si prometés que te vas a ir para la hora en la que la mesa está reservada, pero a lo mejor en lugares como Na Spilce no se molestan en preguntar la hora a la que los clientes quieren venir.

Comentarios

  1. Estimado en julio vamos dos días a Praga me recomendarías un lugar donde comer y tomar buena Birra? Un abrazo muy bueno el blig

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  2. ves como en los bares a veces también se hace cola? :P

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