Ir al contenido principal

Y el pecador también


El tema de nombrar al pecador, además de al pecado, volvió ser discutido tanto en blogs en español como en inglés. Yo ya había hablado de esto hace más de dos años y dejé bien en claro cuál era mi opinión. Y como es una opinión que no ha cambiado en lo más mínimo, no pensé que valdría la pena volver a insistir acá con el tema, hasta que leí este excelente artículo en The Guardian.

Allí, Jay Rayner, el crítico gastronómico del periódico inglés, habla de la fascinación que la gente tiene hacia las críticas negativas, cuanto más viscerales, mejor. Rayner no da solamente su opinión, sino que entrevista a un psicólogo, otros críticos y hasta una persona que fue objeto de una de sus críticas más brutales y a la persona que hizo una crítica muy dura de un libro que él escribió.

Al final, el autor admite que para él es más fácil escribir una crítica negativa porque las malas experiencias son más divertidas y el vocabulario de lo horrible es más amplio. Y hasta cierto punto tiene razón. Ya no publico muchas reseñas acá, pero cuando lo hacía más a menudo, me divertía mucho buscar nuevas maneras de hacer mierda una cerveza de mierda, es que hay una especie de sensación de revancha por el momento (y el dinero) que esta cerveza nos hizo perder y que jamás recuperaremos (nadie compra una birra, o va a un pub, si sabe que no le va a gustar).

Pero hay gente que decide privarse de este placer y cuanto más lo pienso, menos lo entiendo. Los motivos que dan son varios, que no quieren hacerle daño a alguien que recién empieza, que prefieren concentrarse en lo positivo. Boak & Bailey mencionan a alguien que cree que ser ignorado es castigo suficiente. Argumentos débiles, todos ellos.

Empezando de atrás para adelante. Con tantas cervezas en el mercado ¿cómo puede saber el lector, o el elaborador, si alguna no ha sido mencionada por su mala calidad o porque aun no ha sido probada? Concentrarse en lo lindo y positivo es muy lindo y positivo, pero yo creo que decirle a la gente a qué escaparle es casi tan útil como decirle qué buscar. ¿Si es algo que hacemos en nuestra vida off-line, por qué no entonces en blogs? ¿O acaso si están en un pub o festival y acaban de tomar una cerveza pedorra no se lo dicen a sus amigos?

Lo de hacerle daño o herir los sentimientos de alguien que recién empieza (o peor todavía, "perjudicar al movimiento", semejante pelotudez), es un argumento todavía más debil. Entiendo que muchas veces la receta necesita ajustarse o pulirse un poco, no tengo problema con ello, en ocasiones los ingredientes no funcionan de la manera prevista. Ejemplo de ello, Jubiler Amber IPA que no salió tal y como sus elaboradores querían, pero igual la sacaron a la calle y (si bien podría haber sido mejor) no estaba nada mal. Pero otra cosa muy distinta es sacar a la calle un producto evidentemente defectuoso.

Pero bueno, más allá de eso, todo el que pone un producto en el mercado debería aceptar el hecho de que una vez que ha sido comprado, ya perdió control sobre él, que se encuentra a la merced de los consumidores y que entre ellos habrá gente a quienes no les va a gustar o a quienes les parecerá que es una bazofia. Es inevitable. Antes de publicar mi libro tuve algo de temor por eso. Por suerte, por ahora, todos los comentarios que he recibido han sido más que positivos (después de todo, el libro es excelente), pero eso no implica que medio segundo después de que pinche "publicar" no aparezca alguien que diga que "Praga: Guía Cervecera Para Borrachines" "es tan choto que el papel en el que está impreso no debería ser reciclado por temor a que contagie su chotez a otros productos". No me pondría contento, pero estoy convencido de que el libro es bueno, así que tampoco voy a dejar que me arruine el día.

Uno de los críticos gastronómicos que Rayner entrevista dice algo muy valioso cuando le preguntan sobre el impacto de una reseña negativa "No espero crédito por las reservas adicionales que siguen a una buena crítica y tampoco asumo responsabilidad. Yo escribo para los lectores." Justo ahí está la clave de esto. Los blogueros no deberíamos ser relaciones públicas de nadie y mucho menos de gente con quienes no tenemos ninguna relación personal o contractual. ¿Si un elaborador no se preocupa por hacer controles de calidad o a sabiendas vende algo defectuoso, por qué deberíamos tener algún tipo de consideración hacia ellos? ¿o acaso nos cuesta menos ganar la plata que gastamos en algunas cervezas que la que gastamos en otras?

Por supuesto, una mala crítica debe ser, por sobre todo, justa y bien argumentada para que quede en claro que es producto de una opinión y evaluación honesta y sincera y no de la mala leche, y yo prefiero darle crédito a mis lectores y entiendo que son capaces de diferenciar entre "no me gusta" y "es una mierda". Pero bueno, cada uno es libre de escribir o dejar de escribir en sus blogs lo que se le ocurra, pero sepan que cuando eligen no mencionar lo malo, al único que le están haciendo un favor es al que hace las cosas mal.

Na Zdraví!

Comentarios

  1. Buenas Max. Pues yo, personalmente, no siento ningún placer adicional al escribir cosas negativas. Para usar los magníficos adjetivos peyorativos que existen ya escribo relatos cortos de vez en cuando.

    Para mí, una mala experiencia cervecera implicará probablemente que ignore cierta marca durante un buen tiempo. Y como Boak & Bailey me parece suficiente castigo.

    Creo que todo el mundo debe probar cosas que no estén ricas para poder evaluar por si mismo qué le parecen; no soy partidario de crear opiniones negativas de antemano.

    Al fin y al cabo, recomendar ciertas cervezas implica no recomendar unas otras. ¿Estamos metiendo a los que no hemos probado en el mismo saco que los malos? Sí; con la diferencia que, a la larga, los que no he probado los probaré, y si tienen buena birra lo diré alto y claro.

    En mis posts, sin embargo, que nadie se piense que miento: sencillamente ya se nota que algunas cervezas no producen en mí lo mismo que otras. Yo nunca diré que una birra estaba rica si no lo estaba; no tendría sentido.

    Pero no tengo necesidad de ensañarme ni con una birra ni con un productor. Para mí, encontrar birras malas es parte de la experiencia, y no creo que por el hecho de no machacarles en público les esté favoreciendo: ellos mismos se perjudican sacando cosas que no están bien. Y si siguen sacando y vendiendo, será que a alguien le parece correcto.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Como añadido: tengo experiencias y referencias malas de algunas birras que, recientemente, han sido valoradas muy positivamente por otros cerveceros. Si a ellos les han gustado será porque tenemos una apreciación distinta del producto.

      ¿No entiendo sus valoraciones? No. ¿Se equivocan? Puede que sea mi mala percepción y no la suya; o la mala suerte en la botella; o en el mantenimiento; etc.

      Borrar
    2. Boak and Bailey no, me refería al "alguien" que mencionan; a Kristy McCready.

      Borrar
    3. Ahí está justamente el tema, vos tenés experiencias y referencias malas de ciertas birras que han recibido buenos comentarios en otros lados. Dando por descontado que esos comentarios fueron honestos, ¿por qué te vas a privar de dar a conocer tu opinión sobre esas birras? ¿O acaso vale menos que las otras? Yo todavía no termino de entender qué es lo que la gente le ve a Duvel o a Gulden Draak y no me siento menos persona por ello...

      Borrar
  2. Estoy completamente de acuerdo, suscribo cada una de las palabras, pero no se porqué a mi "no me sale", no consigo hacer críticas malas, y menos aún de las cerveceras artesanas españolas. De las que no me gustan, no escribo nada, ni bueno ni malo, aunque no se porqué, pero creo que a raiz de este post, voy a empezar a intentarlo, jejeje. Un saludo.

    ResponderBorrar
  3. Tienes mucha razón. Hemos sido demasiado indulgentes, sin querer decir con ello que hemos de ser castigadores... en mi caso, como me fui apartando del comentario casi diario de la cerveza tomada, me ahorro normalmente tener que calificar negativamente o dejar de opinar... prefiero centrarme en otros aspectos colaterales del mundo cervecero que me apetece compartir más y sólo suelo destacar las mejores del mes. Rebuscando en mis primeros posts allá por el 2009 he encontrado algún comentario tipo 'fue a parar a las cloacas'... porque fue cierto (era una checa) pero he encontrado alguna similar con otra artesanas españolas. De hecho en una de las ferias recientes le dije a uno de los elaboradores que me iba a llevar dos de sus cervezas porque cuando la probé la primera vez me llevé tal desilusión que no me la pude beber, porque prometía mucho por aspecto y aroma pero estaba totalmente descompensada, se lo dije directamente y después les reconocí que año y medio después volví a probarlas y la sensación fue totalmente opuesta. Me hablaron de los cambios que habían hecho, reconocieron que tuvieron problemas al principio... todo de manera directa y distendida sin ambajes ni excusas... Hablando se entiende la gente!

    ResponderBorrar
  4. No solo te doy la razón, si no que a mí como lector si sigo un blog u otro, aparte del puro entretenimiento, es porque me da más credibilidad. Es mejor que un crítico(blogger) no escriba catas de cerveza si no es capaz de ser sincero porque le da pena decirle a un tio: "mira, sé que has metido 400000 euros en esto, sé que tu familia depende de la inversión, pero casi mejor que sigas haciendo cerveza para ti y tus amigos". Hacer cerveza no es fácil, hace falta experiencia y hay que saber mucho, hay sitios muy exigentes donde formarse. Nadie pone un negocio y dice: "ya iré aprendiendo y mientras tanto dame 5 euros por botella". Los lectores no os podemos exigir nada, pero si notamos poca sinceridad dejaremos de ser lectores. Un saludo

    ResponderBorrar
  5. Una cosa más que agregar. Yo ya estoy medio desencantado con las nuevas micros locales. A menos que haya buenas referencias prefiero darle al menos unos meses antes de probar sus cervezas. Sin ir más lejos, hoy estuve en un festival y fui a lo conocido, las únicas dos cervezas que me decepcionaron, fueron las únicas dos que nunca había probado antes, Pašák de Pilsen y la del Monasterio de Želiv. Quedaron todavía más sin probar, pero la verdad, no me arrepiento...

    ResponderBorrar
  6. El peligro de hablar del pecado y el pecador, es que es "peligroso". La gente confunde los hechos o las opiniones con ataques personales y se posicionan enseguida, sobre todo si hay factores añadidos como "son de los nuestros" o "de aqui". En el blog lo hemos visto esta semana. Algo objetivamente mal hecho es perdonable y somos unos tocapelotas por hacerlo público. Y al final eso no es agradable para nadie.

    Obviamente no significa que vayamos a dejar de criticar lo que opinamos que está mal ni a decirlo con nombres, pero entiendo que haya blogs que no quieran pasar por esos malos tragos

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. La crítica negativa tiene que estar bien argumentada y fundamentada (mejor aun que una positiva) para que cualquier persona con medio dedo de frente entienda que no se trata de mala leche, sino de una opinión honesta. Si alguien se siente ofendido por ella, el problema es enteramente suyo, y en lo personal, esa persona se puede ir tranquilo a cagar al monte.

      Borrar

Publicar un comentario