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Cerveza magnética

Tal es el nombre de la nueva categoría que he inventado. Sí, probablemente sea tonta, redundante y sin sentido, pero igual déjenme que les explique.

Imaginen este escenario. Van a un local de esos que tiene una más o menos amplia e interesante carta cervecera. Entre la oferta del día se encuentran con alguna favorita, alguna que hacía rato querían volver a tomar y alguna que otra novedad. Eventualmente eligen de entre estas últimas. Como buen hiperactivo cervecero, ya incluso antes que les traigan la birra están pensando en cuál le seguirá (si es que no han decido que será la última de la sesión). Sin embargo, sin haber todavía llegado a la mitad del vaso, ya están ansiosos de pedir otro. La cerveza los tienen atrapados. Las otras siguen estando ahí, pero no hay manera de escapársele a esta. Terminan tomando varias más de lo que habían planeado y solo una enorme dosis de fuerza de voluntad logra que se vayan antes de que sea muy tarde.

Algo así me pasó el otro día, en Zlý Časy con Black Dog, la nueva Stout de Chýně. Era mi tercera cerveza de la tarde, y quizás mi última o anteúltima. Ya desde la lista de ingredientes parecía interesante, cebada tostada, malta de centeno tostada, lúpulos Hellertau de Nueva Zelanda (?). Oscura como ojete de gorila, coronada con una espuma café con leche muy compacta, 13º Balling y 5% de alcohol, cuerpo ligero pero firme, compleja, pero no abrumadora, con todo lo que se espera de una stout seca, pero con un carácter único. No me pude despegar de ella, terminé tomando cuatro medios litros y si no hubiese sido por la hora, tranquilamente me hubiese tomado cuatro más. Y no es la primera vez que pasaba esto, antes había sido con la Hoppy Cat, una excelente Porter de Kocour, en colaboración con The Hoppy Brewing co. y la Březňák de Vyškov, una světlý ležák que tiene algo que la hace magnética.

¿Alguna vez les ha pasado algo parecido a ustedes?

Na Zdraví!

Comentarios

  1. Sí Max, en el único lugar que eso me sucede seguido es Antares (acá en Baires hay pocos brewpubs), por suerte ahora han puesto una mejor rotación de cervezas, las últimas que he probado son una Imperial Stout en barrica de roble y una Tripel.

    Obviamente que no es como allí en Praga con las numerosas canillas, pero es lo que hay y está bien. Podría ser mejor.

    Por más que no es un lugar barato en cuanto a precio, la birra es muy rica, la atención en barra es muy buena y eso invita a quedarte. Y sí, sucede eso que cuentas, la lengua saliva más antes de que te traigan la primera birra y ya estás pensando qué viene después. Y si no andas con problemas de plata, te quedas y asi salen las birras, una tras otra.

    saludos!

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  2. La cerveza con lo que me paso algo parecido, fue la Chocolate Stout Rogue. La probé en Delirium Cafe de Bruselas, allí estaba una Americana rica rodeada de Belgas, en la semana que estuve en esta ciudad probé muchas cervezas buenas y me quede enganchado de la Americana, curioso. Lo malo es que ahora sueño con ella y no logro alcanzarla.
    Saludos Max!

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  3. Hola Pivni

    Me ha pasado varias veces , recuerdo una , pero en este caso fue con un conjunto de cervezas y fue mas o menos asi.
    Corria finales del 2000 y el mundo no se habia terminado , yo vivia en San Pedro provincia de Buenos Aires a 150 km de la capital federal ( hermosa ciudad ) y en ese momento yo y mi familia viajaba seguido ( una vez por mes ) a baires para hacer el tramite de mi estadia en francia como estudiante.
    Estando de guardia y ojeando una revista VIVA de Clarin , vi la propaganda del buller y en mi proximo viaje fui a visitarlo con mi seniora ( la ninia habia quedado con mi suegra)y fue creo si no lo recuerdo mal mi primer contacto con la birra artesanal bien elaborada y ese dia recuerdo que yo y mi seniora ( mas yo por supuesto ) me quede pegado y no me queria ir ; probando birras.


    saludos



    Omar

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