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3 regalos, 3 reseñas

Hacía mucho que no publicaba una reseña por acá, seguro que las extrañaban. No se entusiasmen demasiado, van a ser más bien cortas.

Agullons Setembre (5,5% alc.)
Regalo de Edgar, el mismo que me trajo la maravillosa Vintage Ale de Fuller's. Había oído bastante sobre ella y Edgar me explicó qué era lo que la hacía tan especial (¿un blend con Lambic?), pero ya no me acuerdo (si alguien lo sabe que lo diga tranquilo). Más allá de cómo y con qué esté hecha, Setembre me gustó muchísimo. Aroma que me hizo acordar a Geuze, con la correspondiente acidez en los sabores, que está muy bien balanceada por un sutil cuerpo maltoso que no la deja descontrolarse. Una de las cervezas ácidas que más me ha gustado hasta ahora. Excelente trabajo de la gente de Masia Agullons.

Mikkeller Black Whisky Edition (17,5% alc.)
Regalo de cumpleaños.
Tenía muchas ganas de probar esta bestia. La versión original de Black me había gustado mucho y quería ver qué cambios habían traído consigo los trese meses de maduración en barriles de whisky.

Tal como lo hice con la versión original, compartí esta cerveza con mi viejo. ¡Impresionante! Todo lo que me había gustado de aquella todavía está acá y la madera y el whisky le dan una vueltita de tuerca que la hace todavía más compleja, sin que esto signifique más difícil de tomar. Sigue siendo una cerveza para tomar despacio a la noche después de una abundante cena.

Difícil decir cuál me gustó más, si la versión original o la Whisky Edition, pero igual creo que es justo poner un 2-2 en la competencia entre versiones con o sin barrica.

Infinium (10,5% alc.)
Regalo de Fernando, gran amigo, gran tipo y dueño de La Barraca, una gran cervecería en Ávila, que prontó estaré visitando.

Lo más especial que tiene Infinium (además de la botella, que debe ser una de las más lindas que he visto en mi vida) es que se trata de una colaboración entre la legendaria bávara Weinhenstephan y la no menos célebre yanki Sam Adams.

Unos días antes de recibirla lei la reseña que le hizo Thirsty Pilgrim, con la cual concuerdo en su totalidad (curioso, ahora que veo la foto en TP con algo más de atención me doy cuenta que en mi botella no aparece la palabra "Ale"), a pesar que yo noté en esta cerveza algo que Joe no menciona, una acidez tipo vino blanco seco, que empieza suave pero gana en intensidad. Podría haber hecho de Infinium una birra majestuosa, pero no se termina de hacer amiga de la base almibarada, casi pegajosa. Se deja tomar muy bien y el alcohol está perfectamente integrado, pero al mismo tiempo me dejó más la sensación de lo que podría haber sido que de lo que es (¿quizás un poco de añejamiento le venga bien?).

Si la comparo (injustamente, sí, son dos cervezas completamente diferentes) con la otra colaboración entre yankis y bávaros, TAP 5 alias Hopfenweisse de Schneider y Brooklyn, Infinium queda un escalón o dos por debajo. La TAP 5 tiene otro par de ventajas, además de ser gloriosa es de producción regular y su precio es el mismo que Aventinus.

Gracias a las tres personas que me dieron la oportunidad de probar estas tres cervezas tan especiales.

Na Zdraví!

Comentarios

  1. Creo recordar que es una mezcla entre una Pura Pale de Agullons con una lambic(no estoy seguro pero creo que de Cantillon).

    En un futuro espero poder volver a visitarte con nuevas cervezas.


    Un saludo,

    Edgar Rodríguez
    Sommelier de cervezas
    Racó d'en Cesc

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  2. Edgar,

    Gracias por la información. Igual, más allá de cómo esté hecha, la cerveza me pareció buenísima.

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