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Un lindo concepto

Iba a escribir algo sesudo, importante, polémico que muy probablemente hubiese pateado el tablero de muchos, pero hoy no tengo ganas, así que me decidí por algo trivial, banal y de poca importancia, notas de cata (tengo unas cuantas pendientes).

Una vez más, la micro noruega Haandbryggeriet, una de mis favoritas en el mundo. En esta oportunidad, con dos de sus especialidades "históricas", Gravøl (Ale Fúnebre) y Hesjeøl (Ale de la Cosecha).

Me gusta mucho ese concepto, el de recrear antiguas recetas, quizás adáptandolas un poco a los paladares actuales, pero al mismo tiempo (al menos en el caso de HB) utilizando procesos lo más tradicional posibles, o que más se acerquen a los utilizados entonces (presten especial atención en la página principal a la descripción del palo para levaduras, otra prueba de que eso que todos repiten, que Reinheitsgebot no incluyó los microorganismos entre los ingredientes porque todavía no se los conocía, es una soberana estupidez). Para ello, por suerte tienen bastante material porque según Jens Maudal, de la cervecería, en Noruega era tradicional elaborar cervezas especiales para todo tipo de ocasiones.
La Gravøl, como es de esperarse para una cerveza tradicionalmente elaborada para celebrar un funeral, es negra, bien negra. Los aromas son dulces con notas de miel, banana y unas suaves especias. Al paladar sigue siendo dulce, acaramelada, frutal, con un transfondo mezcla de tostado, especias y bananas. Hay muy poco amargor, hasta me llegó a parecer que no estaba lupulada (lo está, pero están planeando una versión con gruit), a pesar de ello, y del 7,5% ABV, que ni se nota, es fácil de tomar gracias a que los sabores no son agresivos. Igual, no sé si me gustó o no. Es interesante, sí, pero es una de esas cervezas que necesito probar de nuevo para poder decidirme sobre esa mezcla de sabores tan poco común. Cabe aclarar también que la botella que recibí era de una partida de prueba y desconozco si hay alguna diferencia con la cerveza que hoy se comercializa. Si alguien me quiere sacar de duda, o mejor, hacerme llegar una botella para poder darme cuenta por mí mismo, le estaré agradecido.
Siendo una cerveza que se elaboraba para tomar durante el duro trabajo de la cosecha anual del grano, Hesjeøl tiene un color un poco más optimista, de hecho, parecido al de Schneider Weisse, con espuma muy cremosa y persistente. Con esta Ale sí que estoy seguro, me gustó, y me gustó mucho. Elaborada con tres granos, cebada, avena y centeno, su aroma es seco con fuerte presencia de especias, clavo y quizás nuez moscada en un fondo frutal. El sabor delicioso, un lindo juego entre especias suaves, hierbas y frutas dulces con un final algo floral. No es intensa, no es extrema es, simplemente, muy rica y refrescante, peligrosamente tomable con 6,5%. Disfruté cada gota. Gracias Gunnar por esta cerveza!

Y el otro día, en la terraza, también abrí una de las botellas que tengo de Norwegian Wood. ¡Qué lindo es volver a probar una cerveza que tanto me había gustado y al tomarla, no degustarla, encontrarme con que me gustó todavía más!

Na Zdraví!

Comentarios

  1. Esa segunda pinta muy pero que muy bién...
    En cuanto a la primera, a mi también me ha ocurrido en alguna ocasión tomando alguna cerveza atípica (sobretodo esas gruit que comentas), que necesito tomar otra para poder discernir qué características posee.

    Le he echado una ojeada a su web y la verdad que no me extraña que te guste esa micro. Quién pudiera pillar cervezas como esas...

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  2. Y lo mejor es que en mi bodega todavía me quedan tres botellas, las dos maduradas en roble de las que hablé la vez pasada y una más de Norwegian Wood. Puta madre! qué buena cerveza es esa!!!

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