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Para mover la cola

Como les dije el otro día, mi amigo Gunnar me mandó una caja con cinco cervezas artesanales noruegas, además de la Westvleteren 12.

La primera que abrí fue la White Dog de Lervig Aktiebryggeri, que tiene una historia algo interesante. Gunnar me contó que en el pasado, en su cuidad, había una cervecería que elaboraba la cerveza preferida de la gente del lugar (no me acuerdo la marca). En algún momento la cervecería fue comprada por otra más grande y luego de unos años cerrada, resultando en que la "cerveza local" empezó a ser enviada desde Oslo. Por suerte hace cino o seis años Lervig abrió y empezó a ofrecer cerveza verdaderamente local. La White Dog es su primer intento con una cerveza de fermentación alta.

Cuando me fijé en la etiqueta por primera vez lei la frase "Basada en tradiciones medievales noruegas", luego lei los ingredientes y vi que eran los de una Witbier. Ya estaba preparando algún chiste al respecto, pero entonces volví a leer la etiqueta con más atención y resulta que las tradicones eran belgas después de todo, así que se perdieron el chiste.
Sea lo que sea en lo que esté basada la White Dog, con 4,7%ABV, es de un color amarillo muy pálido con generosa y muy blanca espuma. El aroma es suave, con algo de especias y cítricos en un fondo de cereal. Al tomarla empieza en una nota un poco chata, no se le nota demasiado sabor. Ya estaba pensando en que terminaría tomando algo refrescante, pero no demasiado interesante, pero entonces... Qué fue eso? Sorbet de limón? (al estilo de los helados de limón como los hacen en Buenos Aires o Mendoza, cómo los extraño!). Sí es eso, que desaparece rápido para dejar lugar a hierbas y especias, sólo para volver un trago más tarde. A medida que la iba tomando esta cerveza me gustaba más. Muy rica, muy veraniega, refrescante y relajante. Mi única queja al respecto es el tamaño de la botella, 330ml es muy poco para una cerveza así (más aun si se la comparte con la patrona), por lo menos medio litro (y en varias dosis) es lo que hace falta.

White Dog demuestra que una cerveza no tiene que ser fuerte o extrema para ser sabrosa, interesante y tener cierta complejidad, todo esto, además de ser muy fácil de tomar. Claro, sus detalles no atacan el paladar como los de muchos de esos monstruos que se encuentran al tope de los rankings, pero no quiere decir que no se puedan encontrar si se tienen los sentidos correctamente afinados.

A veces siento lástima por esa gente que no parece ser capaz de disfrutar algo que no se llame "Imperial", "Double" (o más), "Oak Aged", etc.

Na Zdraví!

Comentarios

  1. Bueno el comentario, cuando tomas de a una, no hay necesidad de seguir leyendo taaaanto...ja,ja,ja...una broma.

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  2. No hay nada mas refrescante y sabroso que una buena Witbier especiada, entre otras cosas, con cáscara de limon verde.
    saludos!

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