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Con buen ritmo

Cuando supe que se estaba por abrir Pivovar Tambor, en Dvůr Králové n.L., no presté demasiada atención, creí que se trataba de otro brewpub como los tantos que se han abierto en los últimos años.

Estaba equivocado (tendría que aprender a prestar mejor atención a las noticias cerveceras), resulta que Tambor es una cervecería micro-industrial, y parece que sus dueños no son ningunos tontos y han planeado la cosa bastante bien. Para el año próximo apuntan a elaborar unos 6000hl p.a.. La capacidad actual de la cervecería es casi 8000hl y lo mejor es que, a diferencia de muchas otras micros, tienen más que suficiente lugar para expandirla y estarían dispuestos a hacerlo si el negocio así lo justifica.

Su línea de productos no es nada revolucionaria. Por el momento elaboran cuatro cervezas, todas lagers, tres de ellas, la 10°, la 11° y la 12°, son rubias, la restante es una ámbar de 13° Balling que en estos momentos se ecuentra madurando. Están preparando también versiones kvasnicové y, bajo pedido, son también capaces de ofrecer las cervezas sin filtrar. 

La cartera tan conservadora se debe a que los dueños tienen bien claro el mercado al que quieren llegar, al menos al principio. Han logrado acuerdos con varias hospody en Dvůr Králové y saben que los parroquianos no son de paladares muy sofisticados y que rechazarían cualquier cosa que se aparte demasiado de lo que están acostumbrados, más aun cuando se trata de una marca nueva. Están también a la búsqueda de clientes en Praga y al parecer han cerrado acuerdo con un par de hospody, las cuales, al menos ocasionalmente, ofrecerán algunas de las nuevas cervezas.
He tenido la oportunidad de probar a dos de ellas. La 11° y la 12°. Son imposibles de distinguir en su aspecto, ambas de un dorado muy, muy pálido, con espuma compacta y muy blanca y sin carbonación visible (como corresponde con una lager bien hecha y bien tirada).

La 11° tiene un intenso aroma a césped recién cortado, muy fresco. El sabor es bien lupulado, mucho Saaz, con lo mínimo indispensable de maltosidad como para evitar que sea aburrida. ¡Qué buena cerveza de sesión que es esta Tambor! Fantástica. De cuerpo ligero, pero sedoso, baja maś fácil que un vaso de agua mineral y el final dura el tiempo justo como para casi obligarnos a dar otro trago. Mientras la tomaba casi que me podía sentir en un jardín cervecero, tomando pinta tras pinta mientras se la pasa bien con amigos.

La 12° es muy parecida a la anterior. Cuerpo algo más pleno, un toque más de maltosidad. Puede que le falte un poco de personalidad (un poco de notas frutales le darían más carácter), pero es de todos modos una cerveza bien hecha y más que adecuada para acompañar un almuerzo.

Tengo muchas ganas de probar las otras dos y más que nada que la gente de Pivovar Tambor tenga éxitos en este emprendimiento. Que el tambor siga redoblando.

Na Zdraví!

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