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Segunda vuelta de tragos navideños

Países cerveceros como Béliga y Alemania tienen una larga tradición en cervezas de Navidad. Son elaboradas especialmente para esas fechas y en muchas ocasiones se tratan de cervezas de más alto contenido alcohólico que el normal.
Esta costumbre se está empezando a afianzar en Chequia, donde aún la mayoría de las cervecerías llama Vanoční Pivo (cerveza navideña) a lo mismo que hacen todo el año, pero con una etiqueta algo más coqueta.
Este año he probado ya algunas y espero poder probar otras más antes de que desaparezcan hasta el año próximo.
Una de ellas fue la Opat 17°, una cerveza bastante potente y muy rica, nada que ver con lo que la muy buena cervecería de Olivětín produce durante el resto del año. Está amber lager fermentada a 17°balling tiene intensos aromas cítricos que al paladar acompañan agradables notas acarameladas, una cerveza para tomar y disfrutar despacio, pero con cuidado, ya que sus 7% de alcohol pueden pasar desapercibidos entre sus intensos sabores.
Pivovarský Dum es distinto, no se trata de una versión más fuerte de lo normal, sino de algo completamente fuera de lo común, Vanilkové Pivo, esta golden lager tiene un intenso aroma a vainillas que pasa a segundo dándole la batuta a refrescantes sabores herbales que contrastan muy bien con el dulzor de la vainilla. Interesante aunque no sobresaliente.
Pivovar U Bulovky estaba sirviendo el otro día Staročeský Alt. Una delicia ámbar al mejor estilo de las cervezas checas en los años A.P. (Antes de Pilsner). Con una carbonación invisible y una espuma tremendamente cremosa, nos regala a la nariz aromas de frutas tropicales que nos hacen recordar un poco los meses de clima mas amigable. Al tomarla sus sabores son al principio suaves, pero van ganando intensidad a medida que vaciamos el vaso llenándonos el paladar con secas notas herbales, el final es corto pero muy refrescante. Al preguntarle a su creador si era una lager o una ale, su respuesta fue "es un híbrido", como se hacía antaño.
Chýně no se podía quedar atrás y nos presentó su especial 17, que debo decir que de todas las delicias que probé en ese gran minipivovar, es la que menos me ha gustado. Sigue siendo, comparada con muchas otras una muy linda cerveza, pero con un alcohol un poco desbalanceado y poco satisfactorio.
No puedo olvidarme, claro, de la sobresaliente especial de Navidad de Svatý Norbert, cuyo sabor casi puedo sentir todavía, ni tampoco de la que probé en Vystaviště, esa maravillosa Old Ale elaborada especialmente para la ocasión.
Tengo un par de pendientes que espero poder agarrar antes de que llegue Ježížek y se las lleve.
La última que quería mencionar es del tipo del que hablé al principio. Evan me ganó de mano y ya le dio su opinión, así que yo no me quería quedar atrás. La Chodovar Vanoční Speciál. La compré en mi paradisíaca visita a Chodová Planá y recién ahora me pintó abrirla. No está mal. Intenso color dorado, agradables y frutales aromas a malta bien fresca que siguen al tomarla y que nos dejan un final medio de notas más bien herbales. Linda cerveza, pero también vale decir que casi no tiene diferencia con la Zámecký ležák Speciál, su trináctka de producción regular. Lo mismo pero con presentación más coqueta en su linda botella rehusable con tapón de cerámica.

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